Hades, dios griego del inframundo, hermando de Zeus y Poseidón, los cuales una vez vencidos a los titanes se repartieron el mundo.
En la mitología romana era Plutón.
El inframindo era un lugar bajo la tierra donde iban las almas de los muertos que habían podido pagar la entrada. Este lugar fue el antecesor del infierno cristiano.
El dios Hades era, probablemente, el más temido de los dioses.
Su mujer era Perséfone, hija de Zeus y Deméter, a la que raptó para que viviera con él en el inframundo, y su símbolo es un cetro o una cornucopia (cuerno de la abundancia).
Hades no vivía en el Monte Olimpo, si no que tenía un palacio subterráneo.
Hefesto le fabricó un casco que lo hacía invisible, el mismo casco que utilizó Atenea cuando luchó con el dios Ares, según la narración de Homero de la Guerra de Troya en la Iliada y el mismo casoc que Perseo usó en su misión para conseguir la cabeza de Medusa.
Hades no era un ser malvado, solo cumplía el papel de alojar las almas de los difuntos, impidiendo que regresaran a la Tierra.
El mito de Hades cuenta que fue engullido por su padre al nacer, ya que este temía que alguno de sus hijos se convirtiera en adulto y lo destronara, como él mismo había hecho con su padre.
Sin embargo, su hermano Zeus consiguió evitar que su padre se lo comiera y rescató a sus hermanos.
Los tres hermanos lucharon contra los titanes para quedarse con el dominio del mundo. Cuando derrotaron a los titanes se repartieron el mundo: para Zeus el cielo, a Poseidón los mares y a Hades el Inframundo.
EL MITO DEL DIOS HADES
Hades y el perro cervero
Cerbero era un perro de tres cabezas que custodiaba la entrada al inframundo en la mitología griega. Era considerado uno de los monstruos más terribles y temidos, y se decía que nadie podía entrar o salir del inframundo sin su permiso.
Según la mitología griega, Hércules tuvo que realizar doce trabajos para demostrar su valía. Uno de estos trabajos fue capturar a Cerbero y traerlo ante el rey Euristeo. Hércules tuvo que enfrentarse a muchas dificultades para lograr capturar al temible perro de tres cabezas, pero finalmente lo logró.
En algunas versiones de la historia, se dice que Hades permitió que Hércules llevara a Cerbero con la condición de que no lo lastimara. En otras versiones, Hades estuvo furioso por el hecho de que alguien hubiera sido capaz de entrar y salir del inframundo sin su permiso.
En cualquier caso, la historia de Hades y Cerbero es un ejemplo de cómo la mitología griega utilizaba personajes fantásticos para representar conceptos abstractos como la muerte y el poder del inframundo.
Hades y Perséfone
Según la mitlogía griega, los cíclopes le había fabricado un casco con el que se hacía invisible y también hacía invisible el inframundo a los mortales.
Era un dios tranquilo, que rara vez interfería con la vida de los hombres. Pero cuando vió a Perséfone, la hija de Démeter y Zeus, se enamoró locamente de ella.
Según el mito, un día que Perséfone estaba cortando flores brotó de la tierra Hades con un portentoso carro.
Hades raptó a Perséfone y se la llevó con él al Inframundo. Démeter buscó deseperadamente a su hija y como venganza hizo que hubiera un invierno permanente.
Ante tal situación Zeus consiguió que Hades aceptara estar con ella solo 4 meses al año. El resto del tiempo la joven estaría con su madre. Así nació el invierno de cuatro meses.
Hades y las ninfas
La ninfa Mente
La ninfa Mente vivía a orillas de un río y Hades quiso tomarla por la fuerza.
Perséfone y su madre se dieron cuenta de la situación y golpearon a la ninfa hasta que esta se desintegró.
Desolado, recogió los restos y creó una nueva planta: la menta.
La ninfa Leuce
Leuce fue amante de Hades por mucho tiempo, hasta que murió. De su cadáver Hades creó otra planta: el sauce blanco.
Representación de Hades
En el arte arcaico y clásico de Grecia, se lo representa como un hombre más maduro, con barba y un cetro, una horca de dos púas, una vasija para libaciones o una cornucopia.
Otras veces aparece sentado en un trono de ébano o montado en una cuadriga tirada por caballos negros, a menudo con Perséfone a su lado.
Y en ocasiones, como en la figura actual, es acompañado por un cerbero (perro de tres cabezas que cuidaba las puertas del inframundo).
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