LAS 7 MARAVILLAS DEL MUNDO ANTIGUO

Esta es la maravilla más antigua de la lista y, curiosamente, la única que sigue en pie hoy en día.

En la meseta de Giza encontramos tres grandes pirámides: la de Keops, la de Kefrén y la de Micerino. Pero cuando hablamos de “La gran pirámide de Giza de Egipto” nos referimos a la pirámide de Keops, la más grande y la más antigua de las tres, siendo considerada como la construcción más grande del mundo por más de 3000 años.

Se construyó en el 2550 a.C., tiene 140 metros de altura y cada uno de sus lados mide 230 metros.

La base de la pirámide es un cuadrado casi perfecto, cuyos vértices forman ángulos de 90º casi perfectos con tan solo la vigésima parte de un grado de error.

Los vértices de esta pirámide están perfectamente alineados con los puntos cardinales, lo cual demuestra los amplios conocimientos en astronomía de los egipcios, ya que las estrellas y los astros eran lo único que tenían para guiarse.

La construcción de la gran pirámide fue ordenada por el faraón Keops. Este dio como único plazo que debía estar terminada a tiempo para albergar su cuerpo cuando muriera, es decir, el tiempo de su reinado (de 30 a 35 años aproximádamente).

Para construir un monumento tan colosal en tan poco tiempo, tomaron un pequeño atajo: las piedras que colocaban en el exterior estaban meticulosamente talladas, mientras que las interiores eran mucho más irregulare,s ahorrándose así mucho tiempo en pulir y cuadrar bloques.

El interior de la pirámide es un complejo laberinto de cámaras y galerías.

Accediendo por la entrada principal, hay un largo pasillo que conduce a una cámara subterránea conocida como “La cámara de la Reina”, donde se cree que había una estatua del faraón. Sobre la cámara de la reina, hay otra mucho más grande, donde descansaba el cuerpo del faraón Keops.

El exterior de la pirámide estaba revestida con una capa de piedra calcárea blanca la cual desapareció con el paso de los siglos.

No se conoce bien dónde estubieron hubicados los jardines colgantes de Babilonia, incluso si llegaron a existir, pero hay varias descripciones bastante exactas que dicen, en caso de que existiera, cómo eran.

En el siglo VII a.C., gobernaba en la ciudad de Babilonia el rey Nabucodonosor II, quien se alió con los medas para atacar al imperio asirio.

El rey estaba en deuda con los medas, y para sellar su alianza, se casó con la princesa Amitis. A pesar de todas las comodidades que tenía, Amitis echaba de menos las montañas, las flores, los campos y los árboles; así que el rey se propuso construir para ella los jardines más grandes que jamás se hubieran visto.

No se sabe dónde se encontrarían estos jardines, de hecho, podría ser que se encontraran en la ciudad de Nínive, o que hubieran jardines colgantes tanto en Nínive como en Babilonia.

En el caso de que estuvieran en Babilonia, lo más probable es que se encontraran cerca del río Éufrates para poder llevar el agua necesaria para regar mediante un complejo pero sotisficado sistema de tornillos hidráulicos.

Los jardines estaban construidos de forma escalonada, haciendo que en cada piso hubiera una plataforma con tierra donde estarían los árbooles y el agua que los regaba.

Para poder sostener el peso, en lugar de hacer bloques cuadrados, cada piso se construyó mediante arcos y bóvedas.

Por fuera estaría decorado de forma similar a la Puerta de Ishtar, es decir, con losetas de lapislázuli y ornamentos dorados.

Más adelante, en el 532 a.C., los persas invadieron Babilonia y ordenaron incendiar la ciudad, y puede que fuera en este momento en que los jardines colgantes se perdieran.

Cuando Alejandro Magno llegó a la ciudad, describió detalladamente los grandes edificios que allí se encontraban, pero de los jardines colgantes no mencionó nada ¿Puede que en ese momento estuvieran tan desgastados que no los reconoció y los ignoró?¿Realmente estaban en Nínive y no en Babilonia y por eso no los mencionó?¿O puede que, en realidad, nunca llegaron a existir? 

De este se dice que era el templo más grande que se construyó en el mundo antiguo  y que haría palidecer al mismísimo Partenón de Atenas, el cual era tres veces más pequeño que el templo de Artemisa.

Este majestuoso templo comenzó a construirse en el 550 a.C. y tardó unos 10 años en terminarse.

Fue construido enteramente de mármol y decorado con metales preciosos.

Medía 113 metros de largo, 13 metros de alto y 43 metros de ancho.

En el año 356 a.C., un hombre que quería que su nombre fuera recordado por siempre, incendió el templo; el magistrado se negó a conservar su nombre, pero al final sí consiguió llegar a nuestros días.

La leyenda dice que el mismo día que se provocó ese incendio nació en Macedonia Alejandro Magno, y puesto que la diosa Artemisa puso toda su atención en ese nacimiento, no pudo evitar el incendio de su templo.

Años después, fue el propio Alejandro Magno quien ordenó la reconstrucción del templo. Esta vez el templo duró muchos más años, pero fue vuelto a incendiar por los godos. Se volvió a reconstruir, pero se cerró definitivamente con la persecución de los cultos paganos por los cristianos.

A partir de este punto, no se sabe con certeza qué pasó con el templo más allá de que algunos de sus bloques fueron utilizados para la construcción de la basílica de Santa Sofía en Constantinopla.

Zeus era el dios más importante y poderoso de todo el panteón helénico, y por ende se erigieron múltiples templos en su honor, pero ninguno comparable al que se construyó en la ciudad de Olimpia.

El templo en sí ya es impactante, pero lo realmente impresionante es la estatua del dios que albergaba en su interior.

La estatua, la cual medía unos 13 metros de alto aproximádamente, representaba a Zeus sentado en su trono, y estaba elaborada de ébano, oro y marfil, además de estar decorada con piedras preciosas.

En la estatua, Zeus está sujetando con una mano a la diosa de la victoria Niké y en la otra, un cetro sobre el que se posa un águila, el animal consagrado del dios Zeus.

La estatua fue elaborada por el mismo escultor que realizó las estatuas y decoraciones de la Acrópolis de Atenas, es decir, el famoso y talentoso Fidias.

Más adelante, Roma se hizo con el poder de los territorios griegos, y el emperador Calígula ordenó el desmantelamiento de la estatua  y su traslado a Roma donde la cabeza de Zeus sería reemplazada por una que representara al emperador.

Pero la leyenda dice que cuando los enviados del emperador entraron al templo, escucharon la risa de Zeus la cual provenía de la propia estatua; todo esto asustó a los romanos y escaparon, haciendo que la estatua no pudiera ser manipulada.

Con el ascenso del cristianismo, el santuario y la estatua de Zeus fueron perdiendo cada vez más importancia, hasta que fue cerrado permanentemente para evitar que se adoraran a dioses paganos allí.

No se sabe con exactitud lo que ocurrió con la estatua, aunque algunos piensan que fue robada y llevada a Constantinopla donde fue destruida por un incendio. Otros piensan que robaron todo el material precioso que decoraba la estatua, y que lo que quedaba se derrumbó junto al templo.

Esta es una de las maravillas menos conocidas. Fue construido en la ciudad de Halicarnaso, la capital del reino de Caria, una província del imperio Persa.

En el 353 a.C., el rey Mausolo ordenó la construcción de un gran monumento que albergaría su cuerpo cuando muriera.

Para esta construcción, fueron contratados los mejores arquitectos y albañiles griegos.

Un año después del inicio de las obras, Mausolo murió. Pero su esposa, Artemisia, decidió continuar con la obra que inició su difunto esposo. 

Fue construido sobre una colina, medía 45 metros de alto y estaba cubierto por el mejor mármol blanco.

Estaba decorado con esculturas que representaban centauros y amazonas. Y en la parte superior del edificio, había una representación de una cuadriga en la que estaban Mausolo y Artemisia.

Más de mil años después de su construcción, el mausoleo cayó a causa de un terremoto, siendo la segunda maravilla del mundo antiguo (después de la pirámide de Keops) que más duró.

Los cruzados que habitaron la zona en el siglo XV, utilizaron los grandes bloques del mausoleo para reforzar un castillo.

El Coloso de Rodas, es una gran estatua construida en bronce que se situaba en la entrada de la isla de Rodas.

Representaba al dios Helios, el dios que surcaba el cielo en su carro llevando el sol e iluminando al mundo.

La estatua se construyó tras la victoria de los habitantes de la isla de Rodas contra los macedonios gracias a la ayuda del faraón Ptolomeo de Egipto.

Cuando los invasores se retiraron de la isla, dejaron una gran fortuna militar que fue vendida, y lo recaudado se utilizó para la construcción de la estatua.

Así, en el año 292 a.C., sobre un pedestal de 15 metros de alto, se comenzó a alzar la colosal estatua de bronce. Obra que se prolongó por 12 años.

La estatua, la cual medía unos 30 metros de alto, tenía una estructura de latón y rellena de piedras, pero por fuera estaba cubierta por una capa de hierro y bronce (materiales que venían de las armas del ejército macedonio).

En el año 226 a.C., por culpa de un poderoso terremoto, la estatua cayó. Pero a pesar de que cayó, la estatua era tan imponente, que algunos viajeros iban a Rodas con la única intención de observar sus escombros.

En el 653 d.C., momento en el que Rodas estaba bajo dominio árabe, el califa ordenó el desmantelamiento de las ruinas y la venta de los materiales.

Actualmente se desconoce la ubicación y la pose en la que se representó al dios Helios, pero lo que está claro es que era una estautua que imponía a los viajeros que llegaban a Rodas.

La ciudad egipcia de Alejandría, es sin duda la ciudad más conocida de todas las que conquistó Alejandro Magno.

Tras la muerte del macedonio, se disputaron sus tierras, y la ciudad de Alejandría quedó en manos del gobernante egipcio Ptolomeo, quien ordenó la construcción de un gran faro que guiara a los barcos hasta el puerto de Alejandría.

Medía unos 130 metros de alto y su construcción tardó 12 años en completarse.

Su funcionamiento para alumbrar era sencillo pero efectivo: en el piso más alto había un espejo que, por el día reflejaba la luz del sol, y por la noche, reflejaba la luz de una pira que ardía ininterrumnpidamente. Y en la parte más alta del monumento se encontraba una estatua del dios griego de los mares, Poseidón.

El faro siguió dominando la costa de Alejandría por más de mil años.Pero una serie de terremotos sacudieron la estructura del faro y en el año 1480 ya se encontraba completamente derrumbado.

El sultán Mameluco ordenó la construcción de una fortaleza en el mismo lugar donde estaba el faro para custodiar la entrada a Alejandría.

Las ruinas sumergidas del faro no fueron encontradas hasta el 1994.

En 2015 se aprobó un proyecto para reconstruir el faro.