CASTILLOS DE ESPAÑA

Castillo de Mendoza en Álava

Una gran torre de planta cuadrada, con sencillos matacanes en lo alto de sus cuatro caras, ocupa el centro de un recinto también cuadrado con torreones cilíndricos en sus esquinas.

La torre, cercada por una muralla, constituye el esquema más primitivo y elemental de un castillo, conservado aquí con excepcional pureza y absoluta autenticidad.

Pero si arquitectónicamente el monumento tiene gran interés, pero aún es mayor su trascendencia histórica, puesto que se trata de la primera casa solar del linaje de los Mendoza.

De la casa de los Medoza surgieron varias ramificarse luego en varias familias -López de Mendoza, Hurtado de Mendoza, marqueses de Santillana, duques del Infantado, etc. de las que salieron personajes poderosos e insignes que llenaron muchas páginas de la historia de España, sobre todo en el reinado de los Reyes Católicos.

Sin lugar a dudas uno de los Castillos de España más importante por los personajes que lo habitaron.

Torres de Fontecha

Dos son las torres de Fontecha, pequeños castillos que constituyen el tipo de casa fuerte en el País Vasco y en las zonas más altas de Castilla.

Se trata de una construcción común dentro de los castillso en España.

En Navarra les llaman casas de «cabo de armería», por ser la residencia de aquellos señores que en tiempo de guerra levantaban una hueste.

Estos edificios son siempre una torre rectangular muy ancha, capaz para albergar salones y estancias en su interior.

La menor, que al parecer es obra del siglo XIV. fue de los condestables de Castilla. La mayor tiene adosados los restos de un palacio y perteneció en tiempos a los condes de Orgaz, pero ya en el siglo XV, época de la que presenta una puerta con alfiz y escudos, era señorío de los Hurtado de Mendoza, noble familia de origen alavés.

Castillo de Almansa

El castillo de Almansa está situado sobre un cerro de naturaleza yesosa, en la parte norte de la ciudad.

En el conjunto de los castillos de España, este castillo en cuestión está cargado de historia.

Fronterizo entre los reinos de Castilla y Aragón, interviene en los choques armados que se produjeron en distintas ocasiones en tal zona.

Su origen almohade aún puede observarse en el tapial (construir muros con tierra arcillosa húmeda) de sus muros.

Las pocas ventanas, y el remate de sus almenas transmiten su espíritu defensivo. La escalera de caracol, tallada en la roca, que conduce a la terraza de la torre, conserva elementos de cantería, y está considerada una maravilla del gótico albaceteño.

Conquistado por Jaime I de Aragón, fue cedido a la Orden del Temple, perteneció a Don  Juan Manuel, pasó después a Castilla, y fue dotado con dos fueros, el de Requena y el de Cuenca, por el rey sabio Alfonso X.

Castillo de Biar

El castillo de Biar, en la provincia de Alicante, es una edificación de origen árabe y fue ocupado por las tropas del rey Jaime I de Aragón durante la reconquista del reino de Valencia, en el ano 1245.

Era común en los castillos de España utilizar anteriores edificaciones moriscas para re-construir el castillo cristiano después de la reconquista.

Su posición presenta caracteristicas pintorescas, por estar construido en lo alto de un monte aislado.

El núcleo principal que constituye esta fortificación está formado por una robusta torre de planta cuadrada, la cual está protegida por dos series de murallas, una interior y otra exterior, la más exterior de estas murallas conserra sus almenas. También hay restos de varios aljibes.

Su ocupación por las fuerzas cristianas fue ardua, pues tras una primera promesa de rendición, la villa y el castillo resistieron y el rey tubo de cercarlos y emplear contra ellos máquinas de guerra para su asedio.

Durante el resto de la Edad Media constituyó una fuerte posición contra el marquesado de Villena.

Castillo de Dénia

Situado en un montículo entre la ciudad y el mar, apenas quedan restos del castillo de Denia, pero sí, en cambio, de sus varios recintos fortificados, en los cuales los adarves se ven flanquea dos por torres tanto cuadradas como circulares.

Reconquistado a los musulmaness por Jaime I, pasó, en el reinado de Alfonso V, del poder del infante Juan al del conde de Castro, adelantado de Castilla, y con él al dominio de la casa de Sandoval.

En el movimiento de las Germanías, el virrey de Valencia, conde de Mélito, se refugió en este castillo para poder «huir por mar si era necesario».

Intervino en la guerra de Sucesión a la corona de España entre Felipe V y el archiduque de Austria, en la que éste desembarcó en la ciudad en 1705 y procedió a su proclamación como rey de España, su antagonista la ocupó en 1708 y de rogó sus fueros.

Castillo Santa Bárbara

El castillo de Santa Bárbara se levanta sobre el monte Benicantil, a 300 m de altura sobre la ciudad de Alicante.

A tal altura era el punto ideal como defensa y para servir de orientación a los navegantes.

Su nombre procede del día 4 de diciembre de 1248, cuando el infante Alfonso de Castilla, futuro rey Alfonso X el Sabio, conquistó la ciudad a los árabes siendo tal día la festividad de Santa Bárbara.

Se le supongan origenes cartagineses y por él pasaran romanos, visigodos y árabes.

Durante la guerra civil sirvió de prisión tanto para el bando nacional como para el mando republicano.

Este castillo de España perteneció inicialmente a la corona de Castilla, pasando después a la de Aragón.

Su larga y compleja historia le hizo objeto de sucesivas obras y reconstrucciones, de modo que en su extenso recinto pueden verse muros y torres de época diferentes.

Castillo de Villena

El castillo de Villena fue levantado por los árabes sobre el emplazamiento de una antigua fortificación romana, al igual que muchos otros castillos de España.

Tras la reconquista por Jaime I pasó por diferentes propietarios: el infante don Alfonso de Castilla, el infante don Alfonso de Aragón y de don Alvaro de Luna.

En aquellos tiempos fue objeto de rivalidades y disputas entre las grandes casas de Castilla y Aragón.

Por último pasó a poder de don Juan de Pacheco, quien toma el titulo de marqués de Villena, hasta que los Reyes Católicos se incautan del castillo porque sus señores habian tomado partido por Juana la Beltraneja.

La planta árabe del castillo comprende un recinto cuadrado con una enorme torre en una de sus esquinas.

En la parte baja de esta torre hay preciosas bóvedas musulmanas, el cuerpo superior está rematado por garitones, obra de los Pacheco en el siglo XV.

El conjunto está rodeado por otro recinto exterior.

Alcazaba de Almería

La Alcazaba de Almería es uno de los más grandes y completos sistemas de fortificación que se encuentran en los castillos de España.

Dominando la ciudad, escalona sus tres recintos en un cerro y sus murallas cubren dos kilómetros de perímetro.

Su construcción se remonta al siglo VIII y se construyó sobre los restos de una fortaleza fenicia.

Su historia tiene varias etapas de ocupación: desde el Califato, pasando por la efimera ocupación por Alfonso VII en 1147, luego su dependencia del reino moro de Granada, hasta su definitiva reconquista por los Reyes Católicos en 1489.

En su estructura general de grandes muros adaptados a los accidentes del terreno y con numerosas torres cuadradas, se acusan todas esas fases de su historia.

Conserva arcos de herradura en sus puertas, estancias abovedadas de varios tipos y moriscos aljibes, coronándose en lo alto con la gran torre del Homenaje, en la que campean los escudos de los Reyes Católicos, sus constructores.

Castillo de Vélez-Blanco

El castillo de Vélez-Blanco (Almería) se levanta sobre la cima gris de un montículo a más de mil metros de altura.

Se trata de un suntuoso palacio que fue construido sobre las ruinas de un castillo romano y de una alcazaba mora de la que aún quedan unos recios muros semiderruidos.

La construcción es de piedra de silleria y su planta tiene forma de hexágono irregular.

Sus muros y torres están coronados de almenas reales.

En su decoración hay elementos de evidente inspiración española, tales como escudos de armas adosados a la fachada, techos de madera y artesonados.

La obra, que data del siglo XVI. sufrió importantes pérdidas a principios del siglo pasado, cuando sus propietarios decidieron retirar los elementos arquitecturales de la parte más rica del castillo:

• Su riquísimo patio renacentista de mármol, una joya única de arquitectura española e italiana de principios del siglo XVI.
• Las estatuas, columnas, arcadas, rentanas y puertas fueron vendidas a un decorador francés.
• Otros elementos del interior se encuentran hoy en el Museo Metropolitano de Nueva York y en colecciones particulares extranjeras.

Castillo de Arévalo

El castillo de Arévalo, del que es característica la enorme mole del torreón principal, está cargado de historia entre los castillos de España.

En él estuvieron encerrados:

• Doña Blanca de Borbón, esposa de Pedro I el Cruel, que la abandonó a los tres días de celebrado el matrimonio para unirse a doña María de Padilla
• Don Fadrique Enríquez, primo de Fernando el Católico.
• El duque de Osuna.
• Guillermo de Nassau, príncipe de Orange, en el reinado de Felipe IV.

En las guerras de la época de Enrique IV se inclinó por el bando nobiliario, y en la de sucesión al comienzo del reinado de los Reyes Católicos se declaró en favor de Juana de Castilla y del rey Alfonso V de Portugal.

Castillo de Mombeltrán

El castillo de Mombeltrán debe su nombre al famoso don Beltrán de la Cuera, a quien concedió aquel lugar el rey Enrique IV en 1461, antes se llamaba Colmenar de Arenas.

El privado emprendió la construcción de una gran fortaleza que no llegó a terminar.

Añadió sólidos muros y torres al castillo que allí había ya, siguiendo las orientaciones de la fortificación romana y según un esquema sencillo: planta cuadrada con torres cilindricas en las esquinas.

Una de estas torres debía de ser la mayor o del homenaje, pero no se alzó más que hasta la mitad de su altura aproximadamente.

El castillo siguió en uso, reforzándose sus defensas en el siglo XVI y enriqueciendo el interior palaciego, que debió de ser suntuoso.

Castillo de las Navas del Marqués

En 1533, el emperador Carlos I creó el marquesado de las Navas para don Pedro Dávila y Zúñiga, que ya era señor de la villa llamada hasta entonces de las Navas de Pinares y luego de las Navas del Marqués.

Sobre esa fecha, 1533, debió de emprenderse la construcción del castillo palacio.

En esas épocas de transición arquitectónica hace que la construcción sea una mezcla de estilos, su traza responde a la fortificación medieval, adaptada a las necesidades de la artillería, mientras su fisonomía es ya plenamente renacentista.

En su exterior destaca una enorme torre cilindrica, así como los torreones de las esquinas, también circulares y cubiertos con pizarra.

La portada y las galerías son platerescas.

De gran belleza es el patio interior porticado, con el piso alto adintelado sobre columnas y el bajo de orden jónico con arcos escarzanos y escudos en las enjutas.

El castillo ha sido cuidadosamente restaurado.

Castillo de Alburquerque

El castillo de Alburquerque de Badajoz está edificado en un cerro que se alza al sur de la ciudad y consta de cuatro recintos escalonados.

La primera entrada se abre en la muralla más baja, que se apoya en torres cuadradas; esta entrada lleva al primer recinto a través de una galería a modo de mina.

A la izquierda, se eleva un baluarte con torres redondas, junto a la primera de las cuales está la puerta del segundo recinto.

Más hacia la izquierda, la tercera entrada, enfrente de la cual hay una torre redonda que la defiende.

Más a la izquierda aún, está la última puerta, abierta junto a una torre cuadrada, en ángulo.

Con todas estas desviaciones a la izquierda se pretendía que los asaltantes, de entrar, se verían obligados a presentar a los defensores, apostados en las murallas, el lado contrario al del escudo.

Tras la última se encuentra la plaza de armas, con una capilla a la derecha y la torre del Homenaje, muy alta.

Sobre la iglesia hay una terraza donde está la entrada a la torre, que es de cinco pisos. Esta torre comunica con la albarrana por un puente de arco apuntado.

Este castillo lo cons truyó Alonso Sánchez, bastardo del rey Dionís de Portugal, el cual tuvo parte destacada en la lucha de Pedro I y Enrique de Trastámara.

Perteneció a don Alvaro de Luna y después a Enrique IV, quien creó el ducado de Alburquerque para darlo a don Beltrán de la Cuera.

En la guerra de la Independencia, en la que se asedió la mayoría de castillos de España, resistió la acometida francesa, pero finalmente tuvo que rendirse.

Castillo de la Encomienda

El castillo de la Encomienda, situado a unos 6 km de Villanueva de la Serena, se edificó durante el siglo XIII sobre un cerro rodeado de peñascos donde ya había ruinas de una fortaleza árabe, llamada Mojafar, del siglo X.

Cuando se construyó se le dio el nombre de Castelnovo, que hace referencia al castillo viejo que hubo antes en el mismo lugar, y posteriormente se le ha llamado castillo de la Encomienda, debido a que fue, durante mucho tiempo, encomienda de la Orden militar de Alcántara.

Su parte más elevada es un recinto amurallado de paredes almenadas y dos grandes torres, una cuadrada y otra cilindrica, que dominan una planta rectangular de edificaciones adyacen les en cuyos extremos hay dos torreones también cilíndricos.

Más que castillo, fue fortaleza o mansión fortificada de los comendadores de la Orden de Alcántara.

Castillo de Nogales

En el punto más elevado del pueblo de Nogales (Badajoz) se levanta un castillo de Nogales, de gran belleza arquitectónica que se conserva en muy buenas condiciones.

La torre central está rodeada por una muralla perfectamente cuadrada con cuatro torreones almenados idénticos en los cuatro ángulos. Los torreones tienen más de un metro y medio de espesor.

Sobre la puerta de entrada, que se haya a un metro de elevación sobre el suelo, debido a que ha desaparecido el foso y el puente levadizo, están esculpidos los escudos de los fundadores, los duques de Feria, que lo mandaron construir en el siglo XV.

La torre del Homenaje es cuadrada y hecha de mampostería, a excepción de los ángulos, que son de sillería. Mide veinticinco metros de altura, más el almenaje, que es muy alto, por doce y medio de lado.

En su interior hay tres pisos divididos en dos crujías por un muro.

El espesor de los muros de la torre es de dos metros y medio, aproximadamente.

Torre de Espantaperros

La torre de Espantaperros es la más monumental e importante de la alcazaba de Badajoz.

Esta fortaleza árabe está a 60 metros sobre el río Guadiana, en lo alto del cerro de Orinace, que domina la ciudad por el NE.

Tiene planta oralada y se compone de lienzos de muralla de mampostería y ladrillos que presentan torres cuadradas y una octógona.

La torre de Espantaperros está bien conserrada, fue construida por los almohades y debe su nombre actual al timbre agudísimo de una campana que hubo en lo alto de la torre. Está destacada de la alcazaba (albarrana) y comunica con ella mediante un largo muro.

Es de planta octógona y del tipo de la Torre del Oro de Sevilla, construida de tapial, con almenas y arpilleras, en la parte superior hay otra más pequeña, de planta cuadrada, obra mudéjar del si glo XVI probablemente, quizás edificada para campanario.

La torre de Espantaperros tiene dos pisos en su interior y la parte baja es maciza. Dichos pisos constan de una cámara central, cuadrada, cubierta con bóveda raída y un corredor alrededor de aquélla.

Castillo de Villalba de los Barrios

En la Baja Extremadura tuvo su señorío la noble familia de los Suárez de Figueroa, que en 1460 recibió el condado y en 1567 el ducado de Feria.

Destaca en ese grupo de castillos el de Feria, mientras la residencia señorial de los Suárez de Figueroa era el castillo palacio de Zafra.

Una de las fortalezas más importantes del territorio era este castillo de Villalba de los Barros, compacta mole que domina el pueblo. Es de planta cuadrangular con enormes cubos adosados al muro, que encierra el imponente núcleo de la torre del Homenaje, reforzada por otro cubo de excepcional tamaño.

Los castillos en Villalba y Feria tienen una construcción análoga -muros de piedra oscura con argamasa blanca y serán de una misma época, construidos probablemente a finales del siglo XIV maestre de Santiago, Lorenzo Suárez de Figueroa, muerto en 1409.

Castillo de Bellver

El castillo de Bellver lo erigió el arquitecto Pedro Salvá, a principios del siglo XIV, por desre de Jaime II de Mallorca.

Tiene la particularidad de ser de planta circular, con un patio central también circular, tres torres igualmente redondas y cuatro garitones asimism circulares. Separada del cuerpo del edificio, pero unida a él por un puente de arco ojiral, se alza la torre del homenaje, de planta circular.

Toda la construcción está elevado sobre una plataforma a la que se llega atravesando un puente fijo sobre un foso y un puente levadizo sobre el contrafoso.

Jaime II de Mallorca estableció en él su corte, pero sus sucesores no quisieron vivir en él.

Fue ocupado por Pedro IV de Aragón cuando acabó con la independencia del reino de Mallorca.

En él vivió Juan I de Aragón huyendo de la peste de finales del siglo XIV.

Presenció escenas san grientas durante la época de las Germanías de Mallorca.

Se le preparó después para resistir los ataques de los turcos, más tarde sirvió de punto de reunión de condenados a galeras y durante dos años fue hospital de apestados. Después sólo sirvió como cárcel.

La torre del homenaje tiene unos 15 metros de altura sobre la plataforma y su interior es basto y sombrío.

La cámara inferior, que no tiene más entrada que un agujero circular en la parte sa perior y que se obstruye con tapadera de piedra, constituía el más lóbrego de los calabozos.

Castillo de Santueri – Felanitx

El castillo de Santueri, en Felanitx (Mallorca), se reconstruyó en el siglo XIII, poco después de la conquista de la isla por Jaime I el Conquistador, sobre una fortificación árabe que se basaría en otra romana.

Su planta es irregular, pues sigue el perímetro de la peña sobre la que, a 400 m de altura, el cas tillo se asienta. Los lienzos de muralla están flanqueados por torres cuadradas y cubos circulares. Sirvió de prisión al príncipe de Viana y durante las Germanías sirvió de refugio a buen número de nobles.

Torre de Canyamel

La torre de Canyamel (Mallorca) se halla muy cerca de las cuevas de Artá. Es una gran mole cuadrada con ángulos de piedra de sillería que modernamente ha sido rodeada por un muro almenado que perjudica en vez de favorecer la estética del conjunto.

Los recios muros tienen muy pocas aberturas; sólo una puerta con arco de dovelas y algunas rentanas muy pequeñas. Una línea de salientes matacanes rodea la parte superior de los lienzos. Estos se hallan rematados por almenas redondeadas. Sobre esta torre hay otra también cuadrada de base más pequeña, cuyas almenas terminan en pirámide.

Castillo de Cardona

El castillo de Cardona está situado en la cima de un cerro a 500 metros sobre el río Cardoner y al NE de la población.

Su planta es romboidea y consta de una serie de construcciones y baluartes que hacen que en algunos puntos sean tres los recintos y cuatro en otros.

Parece que su fundación se debe a los francos y ha permanecido siempre rinculado estrecha mente a la historia de Cataluña.

Fue la última fortaleza que se rindió a las fuerzas de Felipe V en la guerra de Sucesión y no pudieron ocuparlo los franceses en la de la Independencia, al contrario que la mayoría de castillos de España.

En uno de los patios del castillo se alza la iglesia de San Vicente de Cardona, uno de los monumentos más importantes del románico catalán del siglo XI, pues se consagró en 1010.

Es una iglesia de tres naves con un ábside en cada una de ellas y un crucero que se manifiesta muy poco al exterior.

Encima del crucero hay una cúpula sostenida por trompas. Lo más notable es la cripta, debajo del ábside de la nave mayor y de su mismo tamaño, que presenta la particularidad de estar dividida por dos filas de columnas que la separan en tres naves cubiertas por boredas de arista.

Castillo de Castellet

El castillo de Castellet (Barcelona) está enclavado en la comarca del Vallés, no sobre una mon tana escarpada, como gran parte de los castillos españoles, sino en un terreno bajo surcado de barrancos que erosionan el suelo.

Más que de un castillo se trata de una casa fuerte de pequeñas dimensiones. El plano tiene un trazado trapezoidal, quizá impuesto por la irregularidad del suelo. En torno a un patio interior también trapezoidal se levanta la edificación, formada en parte por salas destinadas a residencia y en parte por muros pelados que cierran el recinto.

La fachada mejor conservada es la que da al Norte y aparece como un muro almenado flanqueado por dos torres también almenadas, desiguales por su anchura y por su altura. Adornan esta fachada dos hileras de vistosos ventanales.

El fuerte, del que ya en el siglo X tenemos noticias, fue totalmente reconstruido en el XIV. De este siglo es también la escalera exterior adosada al edificio.

Castillo de Castelldefels

El castillo de Castelldefels está construido, a unos 60 metros sobre el nivel del mar, en una loma que domina la población del mismo nombre.

El castillo se menciona ya en documentos del siglo X.

Perteneció al monasterio de San Cugat, intervino en la guerra contra Juan II y más tarde pasó a manos de distintos poseedores hasta que lo adquirió el patricio Manuel Girona, quien dispuso su reconstrucción, la cual le comunicó el aspecto que en la actualidad tiene.

Castillo de Gelida

El castillo de Gelida aparece citado ya en un documento del año 963, siendo por aquellas fechas una de las defensas avanzadas del condado de Barcelona. Durante la Edad Media pasó por las manos de varias familias señoriales e incluso perteneció al rey Jaime II.

Se trata de una extensa fortaleza, de planta muy alargada e irregular, acomodada al terreno en declive entre dos escarpados precipicios.

Consta de tres recintos consecutivos, en el primero de los cuales se al berga la capilla.

A la entrada del segundo recinto hay una descomunal torre de planta rectangular y en lo más alto del tercero se cierra con otra imponente de paramento curvo.

Los sillares de ambas torres muestran su antigüedad, que puede muy bien remontarse al siglo X, mientras otras par les acusan obras realizadas durante los siglos XIII y XIV.

En la actualidad es un pintoresco conjunto de ruinas a cuyo cuidado atiende el Ayuntamiento de Gelida, que ha adquirido la propiedad del monumento.

Castillo de la Roca

El castillo de la Roca (Barcelona) fue un núcleo de gran actividad guerrera en el siglo XV, durante las luchas entre el rey Juan II de Aragón y las tropas de la Generalidad catalana.

Su planta es aproximadamente rectangular y está ocupada por el núcleo residencial y algunas otras estancias, entre las que destaca la sala mayor.

En sus paredes hay ventanales góticos con arcos rebajados en el muro.

Adosados a los lados del rectángulo de base hay otros elementos.

En la parte noroeste se alza la torre del Homenaje, cuadrada y de gran robustez, cuya altura destaca sobre el resto del castillo, pues tiene una planta más que las edificaciones contiguas. En la parte opuesta hay una torre semicilindrica cuyo diámetro disminuye a medida que aumenta la altura.

En sus fundamentos hay vestigios claros de ser una construcción anterior al siglo XV.

Castillo de Montjuich en Barcelona

En lo alto de la montaña de Montjuich, dominando el puerto y la ciudad de Barcelona, el mar abierto y la desembocadura del Llobregat, se alza la extensa fortaleza de castillos de Montjuich.

Sobre la población iberica que hubo en aquellos lugares, se levantó desde el siglo X el Castell del Port.

En la cumbre ha habido siempre, por lo menos desde el XI, una torre de vigía y señales que controlaba la navegación.

Alrededor a dicha torre se improvisó en treinta días una fortificación ante la situación bélica entre Cataluña y la Corona de España por 1610.

A Partir de 1610 fue completándose el sistema defensivo y Montjuich fue escenario de diversos hechos hasta que capituló ante las tropas castellanas el 11 de octubre de 1652.

Veinte años más tarde se emprenden nuevas obras en la fortaleza según planos del ingeniero militar Lorenzo Tossi. Se añadieron baluartes exteriores a partir de 1694.

El castillo vuelve a cumplir su función guerrera en los primeros años del siglo XVIII, durante la guerra de Sucesión.

La etapa definitira de obras se inicia en 1751 con el proyecto de que fue autor el ilustre ingeniero militar Juan Martin Zermeno.

De todas estas etapas constructivas resultó una grandiosa ciudadela, cuyo núcleo central es un castillo de planta cuadrada al que rodean todos los elementos clásicos de la fortificación abaluartada: cortinas, baluartes, fosos, casamatas, revellín, hornabeque, media luna. lengua de sierpe, etc.

Convertido en prisión, Montjuich conoció trágicos episodios durante los siglos XIX y XX. En 1960, el Estado lo cedió a la ciudad, fue debidamente restaurado.

Castillo de San Pedro de Ribas

La antigüedad del castillo de San Pedro de Ribas (Barcelona) se remonta al siglo X, si bien la primera edificación se llamaba castillo de Bell-lloch.

Era un castillo de grandes dimensiones y tenía todas las características de un castillo, con varias torres, de las cuales la mayor y central es la que aún queda en pie.

En su forma actual, la fortaleza es muy pequeña, pues consta solamente de una torre redonda y dos naves yuxtapuestas adosadas a ella.

El elemento más destacado es la torre del Homenaje del primitivo castillo, uno de los tipos más antiguos de torre medieval que conocemos de los castillos de España.

Tiene diecinuere metros de altura, desde la base hasta la punta de las almenas, y su diámetro exterior es de más de siete metros.El muro tiene casi dos metros de espesor.

En su interior había cinco plantas, de las que aún se conserran dos con bóvedas en forma de cúpula.

Esta fortaleza tuvo gran importancia guerrera en las luchas de los primeros siglos de la Reconquista.

Castillo de Santa Florentina

El llamado castillo de Santa Florentina, en Canet de Mar (Barcelona), tiene su origen en una casa fortificada destinada a la defensa de los habitantes de la costa ante los ataque de corsa rios y moros.

Constaba de una planta cuadrangular a la que daba entrada un gran portal defendido por dos torres.

A finales del siglo XIX, el arquitecto Doménech y Montaner llevó a efecto una extraordinaria reconstrucción elevando nuevas torres y pabellones e incluyendo elementos que pertenecían a otras edificaciones (galería del santuario del Tallat). Al mismo tiempo, se conservó íntegramente el edificio primitivo.

Castillo de Olmillos de Sasamón

El palacio-castillo de Olmillos de Sasamón (Burgos) fue construido en la primera mitad del siglo XV. Su estilo es el típico gótico medieval, de gran mérito arquitectónico, sólo apreciable en el exterior.

Su estructura es la de todas las construcciones militares de la época. Altos lienzos almenados rodean los dos patios interiores.

En los ángulos de la edificación se levantan robustas torres cilindricas bien conservadas. En el lienzo más distante de las torres se abre la única puerta de entrada al recinto interior. Por ella se entra a un patio de forma irregular y luego al patio de honor, desde el cual se puede pasar a la única torre cuadrada que hay en el castillo.

El segundo patio comunica con las demás dependen cias del castillo.

Por un estrecho corredor se puede subir a la muralla, desde la cual se dominan los alrededores.

Castillo de Peñaranda de Duero

Está construido el castillo de Peñaranda de Duero «en el alto monte de la villa».

Su planta presenta la particularidad, que también se da en la del castillo de Peñafiel, de ser estrecha y alargada.

Las murallas eran almenadas y se apoyaban en cubos circulares, también almenados.

La torre del Homenaje es un torreón enorme de base cuadrangular que sobresale de la línea de las murallas.

Castillo de Sotopalacios

El castillo de Sotopalacios, construido en terreno llano, es un edificio en el que se imbrican las funciones a la vez de castillo y de palacio.

Sus dos robustas y almenadas torres le comunican aspecto de guerrera fortaleza, mientras que las numerosas ventanas abiertas en sus muros, que no se prestan a cerrada defensa, le dan apariencia de edificio civil.

Castillo de la Arguijuela de Abajo

En las Arguijuelas o Herguijuelas hay dos castillos próximos entre sí y denominados, respectivamente, «de Arriba» y «de Abajo».

Ambos son castillos residenciales a palaciegos y la duplicidad de estas mansiones responde a una partición del que fue mayorazgo de los Blázquez.

La construcción del castillo de Arriba se atribuye a Hernán Blazquez, alrededor del ano 1400.

Del matrimonio de este Hernán Blázquez con Leonor Alfon de Orando surge un nuevo linaje, el de los Orando, del que será tronco Diego de Cáceres y Orando. personaje famoso en el siglo XV extremeño.

Diego de Cáceres y Orando edificó su palacio en Cáceres y también el castillo de la Arguijuela de Abajo, tomando el titulo de primer señor de la Arguijarla.

El edificio forma un cuadrilatero del que sobresale la gran torre cuadrada del homenaje en una cara y otra torre cuadrada menor en la opuesta, mientras en los dos flancas hay sendas torres cilindricas y otra análoga en el patio interior.

Está coronado de almenas y tiene garitas redondas en las esquinas. luciendo diversos detalles de decoración gótica, por ejemplo en los escudos encuadrados en alfis.

Ambos castillos de las Arguijuelas se hallan en muy buen estado de conservación y no han dejado de estar habitados.

Castillo de Coria

El castillo de Coria (Cáceres), cuya antigüedad máxima no excede de los seis siglos, era un puesto avanzado de la antigua fortificación de la ciudad.

Su aspecto general es el típico de los castillos cristiano-medievales. Está formado por una gran torre rodeada de algunas pequeñas edificaciones adyacentes: un tambor almenado y un arco de entrada.

Castillo de Jarandilla

El castillo de Jarandilla (Cáceres) está edificado sobre un altozano desde el que se domina la villa.

Se trata de un antiguo palacio fortificado cuya antigüedad máxima se remonta al siglo XV.

En la edificación primitira hay claras muestras del estilo gótico de finales de dicho siglo.

El área sobre la que se asienta el castillo es rectangular y de grandes dimensiones.

La muralla exterior está flanqueada por cuatro torres cilíndricas en los ángulos.

En medio de dos cubos más pequeños algo salientes del plano se abre la puerta de la fortaleza, que conduce a un extenso patio interior en el que se levantan las principales edificaciones del castillo.

El núcleo interior es también de base rectangular; tres de sus lados están constituidos por otras tantas crujías, y el cuarto por una muralla en la que se abre la puerta de entrada al patio más interior.

En dos de las esquinas de este nuevo rectángulo se levantan dos torres cilíndricas, y en los restantes ángulos, dos torres cuadradas de mayores dimensiones que las anteriores.

Toda la construcción del castillo es de mampostería.

Cuando en 1556 el emperador Carlos V se dirigía a su retiro de Yuste, tuvo que residir una temporada en este castillo mientras le preparaban las habitaciones reales en el monasterio.

Castillo de Montánchez

La villa de Montánchez (Cáceres) está dominada por un castillo que tiene fama de ser de los más fuertes y mejor situados de Extremadura. Es una fortaleza grande, con dos y en tres recintos.

El exterior ostenta una planta que tiende a poligonal y está constituido por lienzos de sillería granítica, que tal vez sea romana, y torres cilíndricas.

El segundo, el interior debía de constituir una especie de alcázar de planta irregular, con dos patios alrededor de los cuales se situaban las habitaciones, hoy arruinadas.

El castillo conserva sus cinco puertas y las torres; las murallas del segundo recinto miden unos 20 metros de altura.

Debió de ser una fortificación romana sobre la cual los árabes construirían el alcázar y después lo reconstruirían los cristianos conquistadores; luego se abrirían ventanas para que iluminaran la morada señorial. ocasiones

En la parte más elevada del peñasco en que asienta el castillo se conserva un aljibe árabe, de dos nares separadas por tres columnas de mármol.

En una de las torres existe un calabozo en el que se dice que estuvo preso Rodrigo Calderon.

Tuvo intervención destacada en la guerra de sucesión al inicio del reinado de los Reyes Católicos.

Castillo de Trujillo

El castillo de Trujillo tiene una base árabe (reedificación de 1018) a la que se superponen re construcciones cristianas efectuadas partir de 1184, en que fue reconquistado por Alfonso VII (aunque por breve tiempo estuvo otra vez en poder de los moros) y prolongadas hasta el siglo XV.

La parte más antigua conserva muros de defensa de aparejo regular, con torres cuadradas salientes.

Sobre la del homenaje se edificó la capilla de la patrona de la ciudad, Nues tra Señora de la Victoria.

El castillo formaba parte del gran recinto que rodeaba a la ciudad y que tenía siete puertas.

Castillo de Olvera

Está situado sobre una roca abrupta que domina la población, y su construcción se adapta perfectamente al dificil terreno.

Su núcleo principal es una ancha torre de planta rectangular, complementada con algunos muros y torrecillas cilíndricas en aquellos puntos en que hay que reforzar la defensa natural constituida por la roca.

Es una de las fortalezas descollantes en la linea que durante una larga etapa de la Reconquista se llamó la Frontera y dio este nombre a varias poblaciones.

Este castillo sería árabe hasta que cayó en poder de los cristianos en 1327.

Castillo de San Marcos

El castillo de San Marcos (Puerto de Santa Maria, Cádiz) es un edificio interesantisimo corresponder a un castillo-convento árabe o «rabita».

Consta de una iglesia flanqueada por torres y algunos salones ruinosos en la parte alta a los que se entraba por el patio formado por el tejado de la iglesia.

La torre principal, de planta poligonal, tiene una escalera empotrada en el muro, que lleva al patio y a la parte superior de la terraza de la propia torre. Tanto las torres como las murallas del patio están almenadas.

La iglesia es de tres naves, separadas por arcos; estas naves están divididas en siete tramos desiguales por arcos, de herradura en la nave central, abocinados en una lateral y apuntados y de herradura en otra.

Los departamentos inferiores de las torres son de arco de herradura, así como la puerta de entrada a la capilla del torreón grande.

Castillo de Peñíscola

Peñíscola es un tombolo o promontorio adentrado en el mar y que, por lo que se sabe, estuvo fortificado desde las épocas más remotas.

Aparece allí una ciudad fuerte, de población mora, que resistió a Jaime el Conquistador en 1223 y se le entregó ocho años después.

El rey Jaime dio la plaza a los templarios, a quienes se debe la construcción del castillo actual en sus partes principales.

Luego perteneció a la orden de Montesa, hasta que lo adquirió Pedro de Luna, que como papa ostentó el nombre de Benedicto XIII, cuando las contingencias políticas derivadas de la escisión de la Iglesia le obligaron a buscar un refugio seguro.

Benedicto XIII residió en Peñíscola, rodeado de una pequeña corte pontificia, desde 1415 hasta su muerte en 1423, a los noventa años de edad. Todaría se eligió al cardenal Gil Sánchez Muñoz como sucesor suyo bajo el nombre de Clemente VIII, pero la renuncia de éste puso fin al cisma de Occidente.

Volvió más tarde el castillo a la corona de Aragón y aun conoció acciones guerreras, en las que se puso a prueba su formidable solidez, en las guerras de Sucesión y de la Independencia.

El castillo medieval ha llegado casi completo hasta nuestros días.

Se conservan perfectamente sus grandes salas aboredadas; su plaza de armas, que es una espléndida terraza sobre el mar; la gran torre del papa Luna, en la que campean sus armas, y la capilla que un tiempo fue basilica pontificia.

Son además importantísimas las murallas circundan toda la ciudad, en parte medievales y, en su obra más extensa, levantadas que por el virrey Vespasiano Gonzaga Colonna en 1578, bajo el reinado de Felipe II.

Este es uno de los castillos de España más famosos al aparecer en la película «El Cid»

Castillo de Morella

El castillo de Morella fue construido en época de Pedro IV de Aragón en uno de los riscos de la zona del Maestrazgo.

La edificación, que se adapta a las condiciones circulares del puntiagudo risco, consta de dos plazas: en los recintos de la inferior se disponían los diversos reductos empleados como cuarteles y almacenes y sus murallas se unían a las de la ciudad; en el centro de la segunda se elera un peñasco que, 12 metros más arriba, sustenta el castillo superior, que está rodeado de precipicios y al que se llega por empinada senda.

En una grieta o cuera del peñón está el horrible calabozo del Hacho, húmedo y oscuro, hendido en el corazón de la roca, donde, sin escapadero posible, gimieron desdichados prisioneros.

Antes de la construcción actual, el lugar fue fortificado por iberos y romanos, lo ocuparon visigodos y árabes y lo reconquistó Jaime 1 (1232): en la guerra de las Germanías sirrió al poder real, en la de Sucesión abrazó la causa de Felipe V y en la guerra carlista fue ocupado por las fuerzas de Cabrera y en él residió algún tiempo.

Castillo de Almodóvar del Río

El castillo de Almodóvar del Río está en privilegiada posición, a setenta metros de altura sobre el Guadalquirir.

Es una robusta y compleja fortaleza de planta rectangular, con numerosas torres, todas ellas cuadradas, excepto una circular que se supone de origen visigodo. Pero la traza del edificio es inconfundiblemente árabe, con las habituales reconstrucciones cristianas de la baja Edad Media.

La historia de Almodórar fue muy accidentada. Por su importancia estratégica jugó gran papel, primero en las luchas entre los reinos musulmanes, y luego en la reconquista de Andalucía.

Los reyes de Castilla se reservaron siempre el dominio directo de esta fortaleza, que fue residencia predilecta de Pedro I el Cruel.

Sirvió también de cárcel para prisioneros de alta alcurnia.

Finalmente, Felipe IV rendió el castillo de Almodóvar.

A comienzos del siglo XX fue totalmente restaurado por su propietario el conde de Torralba.

Castillo de Belalcázar

El rey Juan II de Castilla cedió en 1445 el pueblo de Gaete a don Gutierre de Sotomayor. A partir de esa fecha, levantó éste un castillo palaciego tan hermoso que el lugar tomó el nombre de Belalcázar.

Son realmente suntuosas e impresionantes las ruinas que queda ron tras el violento asedio de las tropas francesas, que lo habían ocupado, por el ejército de Wellington en 1810. Aun así, lo que resta es de una grandeza extraordinaria.

Su planta cuadrada acusa ocho robustas torres de flanqueo, entre las que descuella la descomunal y soberbia torre del Homenaje.

La torre del Homenaje tiene ésta más de cuarenta metros de altura; el cuerpo superior es ochavado, para adosar en los chaflanes y en los centros ocho bellísimos garitones cilindricos sobre repisas, decorados con monumentales escudos de Sotomayor.

De la riqueza decorativa de su interior no quedan más que escasos restos. Incluso en su estado actual, es un monumento singular del último gótico, construido con unidad de plan y de estilo.

Castillo de Alarcón

Alarcón es una villa de la provincia de Cuenca situada en una meseta casi rodeada por el Júcar, En realidad es una ciudad-fortaleza que constituye un conjunto fortificado de extraordinario valor, con diversos recintos, varias torres (torre del Campo, de Enmedio o del Calabozo y del Bodegón), puertas, etc.

En lo más alto de la meseta está el castillo, de planta cuadrada, con una soberbia torre del Homenaje que destaca de todas las construcciones.

La fortificación de Alarcón puede definirse diciendo que consta de una robusta torre que es como el nudo del que parten tres recintos amurallados que descienden hacia el río, cada uno de ellos con una gran torre octogonal como núcleo de defensa.

Teniendo en cuenta que el cerro situado enfrente posee una torre redonda flanqueada por cuatro cubos y que en tiempos pasados sus murallas se unían en el puente que salva el Júcar con las del propio Alarcón, el conjunto de todas las fortificaciones debió de ser uno de los recintos militares más formidables de España.

Castillo de Belmonte

La planta del castillo de Belmonte, al sur de la provincia de Cuenca, es curiosísima y única en España, y se ha definido y descrito como poligonal, triangular y estrellada.

En efecto, dos edificios destinados a la vida civil se cortan en ángulo y en lo que podríamos considerar base se eleva una robusta torre de planta rectangular en la que se concentraba la vida militar y guerrera.

Cada ángulo exterior de este conglomerado presenta un torreón redondo. La línea exterior de defensas, coronada, como el edificio, por puntiagudas almenas, va contorneando la construcción, presenta distribuidos cubos semicirculares y tiene guardadas las entradas por cubos exentos.

Su interior es de gran magnificencia, con galerías góticas, salones ricamente artesonados, soberbias chimeneas, ventanas labradas, etc., que hacen de él uno de los más hermosos castillos de España.

Fue de Juan Pacheco, el célebre y turbulento marqués de Villena, y albergó durante cierto tiempo a la hija de Enrique IV, Juana de Castilla.

Castillo de Garci-Muñoz

García Muñoz debía llamarse un caballero del que la Historia no ha conservado otra huella quien dio nombre a este lugar, quizá porque tuvo a su cargo la erección del castillo tras la reconquista de estas tierras por Alfonso VIII de Castilla, en 1182.

Claro que la fortalezsa actual es la de fines del siglo XII, sino que fue renovada por sus propietarios sucesivos.

En 1305, las tres grandes fortalezas conquenses, Garci-Muñoz, Alarcón y Belmonte, pasan a poder del infante escritor don Juan Manuel, que en Garci-Muñoz tuvo su mansión predilecta.

Cuando don Juan de Pacheco, marqués de Villena, logró reunir gran parte de los patrimonios que habían sido de don Juan Manuel y de don Alvaro de Luna, Garci-Muñoz entró a formar parte de los estados de aquel poderoso señor.

De  mediados del siglo XV, será la construcción que ha llegado hasta nuestros días.

Es un castillo de planta cuadrada con grandes torres en las esquinas, todo él pensado y preparado para las nuevas técnicas guerreras de su tiempo, es decir, para el emplazamiento de piezas de artillería en sus plataformas.

Su fortificación es simple, robusta y austera, sin más adorno que el cordón o imposta que corre a lo largo de sus muros.

Sólo la puerta, abierta en un recodo, muestra una bella ornamentación del último gótico.

Cerca del castillo, una cruz conmemora el lugar donde fue herido de muerte el poeta Jorge Manrique, en un intento de asalto al sólido reducto del marqués de Villena.

Castillo de La Bisbal

Del castillo de La Bisbal (Girona) sólo queda el núcleo central o habitación propiamente dicha, pues las fortificaciones, torres y murallas que pudiera tener han desaparecido por completo. Lo que resta de él es un edificio de planta cuadrada dividido en dos pisos de tres crujías cada uno.

En la terraza, a la derecha, se levanta la capilla y encima de ella se construyó una pequeña torre.

Todos los muros están coronados de almenas.

La construcción corresponde a finales del siglo XII o principios del XIII.

Su fachada ha experimentado profundas alteraciones, pues durante los siglos XVI y XVII se abrieron puertas, ventanas y adornaron con elementos renacentistas. balcones y se constituyó un castillo episcopal, dependiente del obispado de Gerona.

En la guerra de Cataluña contra Juan II, fue sitiado y ocupado (1465) por el condestable Pedro de Portugal, elegido rey por los catalanes, y no volvió a poder del obispo hasta 1471.

Castillo de Peratallada

La población de Peratallada (piedra cortada), en la provincia de Girona, debe su nombre a estar rodeada de profundo foso abierto en la roca. El castillo, encerrado en su interior, consta de tres partes bien definidas. La primera, que es la más antigua, está formada por la torre del Homenaje y el muro que la circunda, ambos se elevan sobre una pequeña eminencia, aislada por foso idéntico al que rodea a la población.

La torre del Homenaje es de planta rectangular, y la de la muralla exterior que la rodea, por estar adaptada a las sinuosidades del montículo, es completamente irregular.

A continuación se desarrolla la edificación del siglo XIV, que posee una magnífica sala gótica en que lució espléndido artesonado, parte del cual se conserva hoy en el Museo de Arte de Cataluña, de Barcelona.

El tercer núcleo está constituido por las estancias levantadas en el siglo XVIII.

Castillo de Perelada

El origen del castillo de Perelada se pierde en la lejanía de los tiempos. Por estar emplazado en el llano terreno del Ampurdán se supone que en principio pudo ser un palacio al que se añadieron sucesivamente torres y medios de defensa.

En la actualidad está muy restaurado y reformado, e incluso tiene acoplados ventanales que pertenecieron a un castillo mallorquín.

Dominio de los condes de Ampurias, pasó después a la familia Rocaberti.

Sus actuales propietarios han ido enriqueciendo con valiosísimas obras de arte el contenido primitivo del palacio-castillo, con lo cual se ha conseguido reunir un magnífico tesoro artístico en el que destaca, entre otros, la extraordinaria colección de vidrios.

Castillo de Requesens

A principios del siglo XII ya existen noticias del castillo de Requesens (Girona) en algunos documentos.

Por su privilegiada posición fronteriza entre España y Francia desempeñó siempre una misión estratégica ante cualquier tipo de invasiones de la otra parte de los Pirineos.

El actual castillo es una reconstrucción que se hizo en el siglo XIX siguiendo el plano del primitivo.

Se alza sobre una empinada montaña y consta de tres recintos, cuyo trazado sigue la linea quebrada del suelo. La muralla exterior y más baja tiene forma de medio anillo y está rematada en un extremo con una torre cuadrada y en el otro con una torre cilindrica.

En el centro se levanta el recinto principal, que es una fortaleza-mansión formada por dos cuerpos de edificio rectangulares unidos en ángulo obtuso.

Destaca la soberbia torre del Homenaje, del siglo XIII, cuyos muros tienen dos metros de espesor. En el centro de este recinto interior hay un patio de armas.

lla del segundo recinto.

Castillo de Tossa

La construcción del recinto de la denominada vila vella de Tossa se inició en el siglo XII para defender la población de pescadores.

Cuenta este recinto con tres bellas y robustas torres: la del Codolà, que fue la antigua del Homenaje: la de las Horas y la d’en Jonas.

La entrada a la vila vella está junto a la torre de las Horas.

La posesión de la villa y sus fortificaciones originó una continua pugna entre el monasterio de Ripoll, a quien se la cedió el conde Miró (siglo X), y la casa de Moncada (que la tuvo por Jaime II).

Castillo de La Calahorra

El castillo de La Calahorra es, como su nombre significa en árabe, una torre defensiva levantada a principios del siglo XVI frente a Sierra Nevada.

Esta fue donación de los Reyes Católicos a Rodrigo de Mendoza, que construyó en ella uno de los palacios-castillos más ejemplares de España.

Su estilo tiene trazos de gótico y de mudéjar, sin ser claramente ninguna de las dos cosas.

Su planta es cuadrangular, con gruesos cubos en los ángulos y un cuerpo saliente en la parte posterior.

En la mitad superior de los muros se abren algunas ventanas cuadradas y enrejadas.

La única puerta, en arco de medio punto, ostenta encima el escudo de la segunda mujer de don Rodrigo.

El interior, palacio maravilloso, desentona completamente con el exterior, mole gris, pétrea y maciza.

El patio central presenta una bellisima arquitectura de orden dórico y varios relieves de alabastro.

Por una escalera rematada en arcadas se sube al piso principal, que tiene diez salones y la capilla. La decoración de todos ellos es al estilo del más bello renacimiento italiano. Encima hay aún otro piso de parecidas características.

Castillo de Atienza

Las ruinas del castillo de Atienza dominan, desde la cumbre del elevado y estrecho cerro en que se asientan, la población del mismo nombre.

Su planta se adapta a las características de la cima, alargada, y en sus dos extremos se alzan dos torres cuadrilongas.

La torre situada al Sur está dividida en pisos mediante bóvedas, y tiene una escalera interior empotrada en el muro.

La entrada está en la del Norte.

El núcleo del castillo estaba defendido por dos murallas, la inferior presentaba tres puertas, con la principal de ellas defendida por torreones y prorista de puente leradizo.

Su origen debe de ser árabe, si bien puede basarse en fortificaciones anteriores.

Tuvo papel destacado en las luchas de la reconquista. Enrique IV lo donó a Beltrán de la Cuera y con posterioridad sirvió en ocasiones como prisión de estado.

¿Qué ver en Atienza?

A parte del castillo de Atienza, en esta localidad de Guadalajara se puede visitar:

• Iglesia de Santa María del Rey
• Las murallas
• Iglesia de San Salvador
• Plaza de toros
• Iglesia de la Santísima Trinidad-Museo
• La Plaza de España
• Arco Arrebatacapas
• Plaza del Trigo
• Iglesia de San Juan
• Arco de la Virgen
• Fuente del tío Victoriano, Palacio de Atienza
• Iglesia de San Gil-Museo
• Ábside de San Francisco
• Iglesia de San Bartolomé
• Ermita de la Soledad y fuente
• La Caballada de Atienza

Castillo de Cifuentes

El castillo de Cifuentes se eleva sobre un cerrillo situado al sudeste de la población, en una cima en forma de meseta que está amurallada.

En la zona este del recinto se encuentra el castillo, de planta cuadrada y torres en los ángulos, las cuales tienen la particularidad de ser redonda la del NE., cuadradas las otras dos y pentagonal la del homenaje.

Entre las dos cuadradas hay una quinta, hoy empotrada en los muros, que presenta a un lado la puerta de entrada y en ángulo recto el paso al patio de armas.

Estuvo rodeado por un foso.

Don Juan Manuel pasó temporadas en esta fortaleza; permanecieron en ella Fernando de Antequera y Juan II de Castilla.

En la guerra de Su cesión de España se declaró por el archiduque y en la de la Independencia fue ocupada dos veces por el Empecinado.

Castillo de Pioz

El castillo de Pioz se levanta en las afueras del pueblo del mismo nombre.

Su origen se remonta a los primeros tiempos de la dominación musulmana. Los romances moriscos hablan de este castillo como fortaleza de los reyes moros de Guadalajara.

Según una tradición, Carlomagno casó con la hija de uno de estos reyez y posteriormente el heredero del Imperio franco, condenado al destierro por su padre, encontró refugio en este castillo.

La edificación es de planta cuadrangular regular, con sendos torreones cúbicos en sus cuatro ángulos y dos aberturas que horadan cada lienzo.

El núcleo central está rodeado por un cuerpo de muralla baja con torreones, haciendo foso entre ambas paredes.

En la actualidad el castillo está completamente desmantelado, pero se pueden observar en él los muros exteriores, muy bien conservados.

Castillo de Sigüenza

El castillo-palacio de Sigüenza fue durante siglos residencia fortificada de los obispos de la diócesis.

La planta es cuadrilatera y su área, muy extensa, con muralla y torres de flanqueo en la zona occidental solamente, pues la oriental da sobre un profundo barranco y carece de defensas.

Su origen es árabe, con reconstrucciones del siglo XII y XV, estas últimas debidas a Pedro González de Mendoza, a quien Enrique IV dio el obispado, quien mandó hacer espléndidos artesonados que se quemaron en la guerra Independencia.

Situado en la frontera con Aragón, intervino en las luchas suscitadas entre este reino y Castilla. En él estuvo detenida durante nueve meses Doña Blanca, la esposa de Pedro el Cruel. También fue habitado por el famoso general carlista Cabrera.

Castillo de Torija

El castillo de Torija está construido sobre una pequeña eleración de la llanura guadalajareña.

Su planta es cuadrada y los cuatro lienzos de murallas están flanqueados por tres cubos y garitones almenados. En lugar del cuarto cubo existe una torre, la del Homenaje, cuadrada y más alta que el resto de la edificación. Estaba defendido por un barranco en uno de sus lados y en dos de los otros por un foso artificial.

Su construcción fue llevada a cabo por los Templarios, presenció numerosas acciones durante los siglos XIV y XV y en el XIX fue ocupado por el Empecinado durante la guerra de la Independencia.

Castillo de Loarre

El castillo de Loarre en Huesca es un castillo de estilo románico situado en la localidad del mismo nombre.

Se construyó en una posición para controlar  la llanura de la Hoya de Huesca.

Fue construido en el siglo XI y se mantiene en buen estado de conservación, lo que hace que sea uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar y civil del románico de España.

Fue denominado Monumento Nacional en el año 1906

El castillo se asienta sobre un promontorio de roca caliza que utiliza como cimientos. Esto suponía una gran ventaja defensiva, ya que así los muros no podían ser minados y está rodeado por una muralla con torreones.

Excepto la parte del antiguo castillo de Sancho III de Navarra, el resto de castillo se conserva bastante bien.

Destacan la pequeña capilla, la cripta de santa Quiteria, situada a la entrada y la iglesia del castillo en la que llama la atención la cúpula.

Castillo de Benabarre

Sobre un cerro estrecho y alargado, que domina gran extensión de terreno, se alzó el castillo de Benabarre en tiempos muy remotos.

Pero fue en los últimos tiempos medievales cuando los condes de Ribagorza -rama segunda de la casa real de Aragón- emprendieron la transformación de la fortaleza en castillo residencial y palaciego.

Nada queda de su interior, que debió de ser suntuoso, y sólo subsisten los altos muros, así como la pequeña iglesia gótica.

El castillo fue utilizado con fines militares en las guerras civiles del siglo XIX, como puede apreciarse en ciertos añadidos y en la abertura de aspilleras y troneras correspondientes a esa época.

Castillo de Monzón

El castillo de Monzón se eleva en una colina escarpada situada a 130 metros por encima del cauce del río Cinca.

Sus muros, de dos metros de espesor, son de ladrillo, y el recinto está protegido por un foso que se atraviesa mediante un puente levadizo.

Se conservan almacenes, cala bozos, habitaciones, cisterna, cuadras, cuarteles, etc.

En cuanto a su construcción, los estilos se mezclan en él, pues aunque su origen es romano, elevaron nuevas edificaciones los árabes y después los cristianos y aún se levantaron nuevos muros en los siglos XVIII y XIX.

En cuanto a su historia, está muy vinculada a la del reino de Aragón. Lo conquistó Sancho Ramirez a los árabes y lo cedió a su hijo Pedro I; algo más tarde, según el testamento de Alfonso el Batallador, pasó a los Templarios. Jaime I estuvo cuatro años en custodia en este castillo, al cuidado del maestre Guillén de Monredón. Jaime II tuvo que expulsar por la fuerza a los caballeros del Temple, que no querían abandonarlo.

En su recinto se celebraron Cortes durante los siglos XIV al XVI. Perteneció a la orden de San Juan de Jerusalén hasta el siglo XVIII.

En la guerra de la Independencia fue ocupado por los franceses, y en 1814, tras un asedio medio año, lo recuperó para España el general Mina.

Castillo de Sabiote

Se trata de un castillo de arquitectura militar. Es considerado la construcción más importante con fines militares en el siglo XVI en la provincia de Jaén.

Merecen especial atención como el bastión suroeste, un brocal de pozo de modelo clásico, o la portada principal, de esquema clasicista.

Esta gigantesca construcción custodió a lo largo de los años el Pendón de la Orden de Calatrava y numerosas obras de arte que pasaron más tarde al Salvador de Úbeda.

Su fortificación se basa en torres abaluartadas angularmente, troneras, merlones y orejeras que recuerdan repertorios del tratadista italiano Francesco di Giorgio y anticipa esquemas defensivos del siglo XVII, como las torres de planta pentagonal.

Tiene tres torres en ángulo y una cuarta torre ubicada fuera de ángulo, en un muro avanzado.

Se conserva poco de la estructura palaciega interior.

En su exterior, muy pintoresco, contrasta la solidez y altura de sus muros lisos de sillería coronados por adarve y troneras.

La puerta de acceso, que tuvo puente levadizo y un escudo en la parte superior, que abre con arco de medio punto es sobria y robusta.

El patio interior no se conserva, aunque disponía de galerías dobles en tres de sus lados.

En el castillo de Sabiote estubo la escultura el San Juanito de Úbeda de Miguel Ángel.

Las tropas francesas de Napoleón lo expoliaron y destruyeron en gran parte.

Castillo de Alcalá la Real

Alcazaba árabe muy antigua, cuya primitiva traza acaso se remonta al siglo VIII.

Fue importante fortaleza de los reyes de Granada por su elevada y estratégica posición. Hubo empeño de moros y cristianos por su posesión, con las alternativas para ambos hasta su definitiva reconquista en 1341, después de más de medio año de asedio.

Alfonso XI reservó el castillo para la Corona y dio a la villa el título de Real.

Fue una de las mejores bases de los Reyes Católicos durante la campaña de Granada.

Es una fortaleza extensísima, cuyo recinto exterior abarca unas tres hectáreas. Ha conservado la planta general de su construcción árabe, quedando algunas murallas, torres y puertas de la edificación primitiva. Pero también hay importantes obras realizadas por los cristianos en los siglos XIV, XV y XVI.

En su núcleo central destacan la gran torre del Homenaje y dos construcciones religiosas: la gótica capilla del Deán y la renacentista iglesia mayor de la abadía.

El castillo de Alcalá la Real fue declarado Monumento Histórico Artístico y ha sido objeto obras parciales de restauración.

Castillo de Baños de la Encina

La construcción del castillo de Baños de la Encina se estima que fue en el año 968.

Es una alcazaba musulmana, levantada bajo el califato de Córdoba, que se ha conservado intacta en su estructura, aunque se aprecien en sus muros algunas obras y reparaciones cristianas, posteriores a su reconquista.

La reconquista de este castillo tuvo lugar en 1212, tres días después de la batalla de las Navas de Tolosa.

El recinto amurallado forma un polígono irregular muy alargado, en uno de cuyos extremos descuella la imponente torre del homenaje, de paramento curvado al exterior. Un camino de ronda corre junto al parapeto que corona la muralla y ésta se halla guarnecida por catorce torres salientes, de planta cuadrada, dos de las cuales flanquean la puerta principal.

Castillo de Huelma

Tal como han llegado sus ruinas hasta nuestros días, es el de Huelma un castillo roquero, no muy grande y de sencilla estructura: planta cuadrada con torres cilíndricas en las esquinas.

En torno a él hubo un recinto mucho más amplio, del que quedan escasos vestigios.

Sería una de las defensas avanzadas del reino nazari de Granada. Fue reconquistado en abril de 1483 por el famoso marqués de Santillana don Inigo López de Mendoza. A partir de aquel momento se convertiría en uno de los puntos de apoyo de las huestes cristianas hasta acabar la reconquista de Granada.

Castillo de La Guardia

A un par de leguas al sureste de la ciudad de Jaén se eleva el castillo en posición dominante, asentado sobre la roca.

Su construcción inicial es árabe, quizá del siglo VIII. Reconquistado a mediados del siglo XIII, los reyes de Castilla consolidaron y reconstruyeron esta fortaleza por ser muy destacado su papel defensivo frente al reino de Granada. Una vez terminada la Reconquis ta, los Reyes Católicos concedieron este castillo a don Gonzalo de Mexía.

El aspecto del edificio es puramente militar, no palaciego, como corresponde a su emplaza miento y a su nombre. Consta de un recinto exterior con siete torres, y otro recinto superior con torre del homenaje cuadrada.

Castillo de Segura de la Sierra

El castillo de Segura de la Sierra en Jaén se levanta sobre un cerro desde el que se domina la población y el llano, y forma parte de la antigua fortificación árabe de la comarca, que es casi milenaria y está formada por torreones que, de trecho en trecho, en dirección a Oriente, aparecen colocados en cierta disposición y en los lugares más altos y estratégicos.

Se trata de una construcción granítica de gran robustez con torreones cilindricos y cúbicos y una gran torre del Homenaje de planta rectangular.

A fines del siglo XI, los almorárides se apoderaron de este castillo, y éste se convirtió en fortaleza del emirato independiente de Murcia. Modernamente, durante la invasión napoleónica, la villa fue sitiada e incendiada por los franceses.

Castillo de Clavijo

El Castillo, ubicado en el término de Clavijo en La Rioja, está actualmente semiderruido.

Ocupa una superficie de 1.000 m2, de los cuales 200 metros se hallan edificados y 800 m2 descubiertos

El Castillo de Clavijo podría haber sido construido del siglo IX.

En los documentos del Solar de Valdeosera ya se menciona dicho castillo que fue tomado en la Batalla de Clavijo con la protección del Apóstol Santiago por don Sancho Fernández de Tejada con sus mesnadas. Según dichos documentos aparece la frase «arrancó -dice- de su más alta almena la enseña de la media luna y colocó en su lugar la bandera de la Cruz de Pelayo«.

Castillo de Grajal de los Campos

El  castillo de Grajal de los Campos en León fue construido en el si glo XVI, tiene planta cuadrada con recios cubos en los ángulos.

Es uno de los primeros castillos que se construyeron en España para que desde ellas pudiera emplearse la artillería, por lo cual abundan las troneras tanto en los parapetos como en las torres, y aún se conserva algún cañón apuntando hacia la llanura.

Castillo de Ponferrada

El castillo de Ponferrada en León, considerado como el más hermoso de la provincia, está construido en una colina que domina el río desde sus 60 metros de altura y tiene la forma de cuadrilaters irregular alargado.

Uno de sus lienzos de muralla se desprendía y bajaba hasta el río y remalaa en una torre espolonada, en el cauce del mismo.

Se trata de una magnífica construcción de los templarios, cuya entrada «es de una belleza casi teatral».

Salvado el foso por un puente y atravesada la puerta, se continúa el puente hasta llegar a otra puerta idéntica a la primera que da paso al patio de armas, trapezoidal, con las celdas en sus flancos y un pozo en el centro.

La torre del Homenaje tiene varias entradas precedidas de puentes levadizos.

Castillo de Valencia de Don Juan

Las ruinas del castillo de Valencia de Don Juan en León se elevan junto al río Esla, que lo protege por la parte que da al mismo.

Estaba provisto de un foso y un antemuro de cubos macizos.

Los lienzos de la muralla están flanqueados por estrechos cubos dispuestos de tres en tres.

La torre del Homenaje está toda cenida por cubos también estrechos y tenía decoración gótica de yesería en su ventanal; a su sombra se abre una puerta entre dos cubos y una escalera de caracol.

La fortificación debe de ser muy antigua; también fue plaza fuerte de la monarquía leonesa y sufrió los embates de Almanzor.

Allí se reunió el concilio de Coyanza (nombre primitivo de la población) en el año 1050. A partir de 1281, fue posesión del infante Don Juan, hijo de Alfonso X el Sabio.

Castillo de Villafranca del Bierzo

El castillo-palacio de Villafranca del Bierzo en León es una recia construcción de tipo medieval que, tras las numerosas modificaciones que se le han hecho a lo largo de los siglos, todavía conserva su airoso estilo y su bella arquitectura.

Es un gran cuadrilátero con macizos torreones cúbicos, coronados de almenas, en los ángulos.

Fue edificado en el siglo XVI, y durante la guerra de la Independencia española fue incendiado y saqueado por los franceses.

Castillo de Les Sitges

El castillo de Les Sitges en Lérida es una maciza mole de planta cuadrangular provista de una torre central, todo ello construido en magnífica sillería gótica.

La villa, por decadencia económica de los señores del castillo, lo compró, si bien comprometiéndose a no terminarlo.

Castillo de Mur

El castillo de Mur, en la población del mismo nombre de la provincia de Lérida, constituye una fortaleza importante del condado de Pallars.

Su planta es triangular y está construido sobre unas rocas a las que rodean precipicios.

Es una típica fortaleza románica de la época de la Reconquista (siglo XI).

Se trata de una magnífica construcción de los templarios.

Salvado el foso por un puente y atravesada la puerta, se continúa el puente hasta llegar a otra puerta idéntica a la primera que da paso al patio de armas, trapezoidal, con las celdas en sus flancos y un pozo en el centro.

La torre del Homenaje tiene varias entradas precedidas de puentes levadizos.

Castillo de Batres

El castillo palacio de Batres conserva recuerdos literarios de gran importancia. A él se retiró en 1432, desterrado por el el caballero Fernán Pérez de Guzmán. Allí tuvo el rey, su biblioteca y escribió su «Mar de Istorias» con sus famosas «Generaciones y Semblan sas». Y más tarde, en Batres se albergó el poeta Garcilaso de la Vega, cuyo hermano Pedro Lasso de Guzmán era señor del castillo.

Se trata de una ilustre mansión que ha llegado hasta nuestros días casi completa en su estructura. Se compone de una torre rectangular rematada por enormes almenas angulares, la cual se adosa a un costado del palacio. Este es de planta cua drada, con pesados contrafuertes en las cuatro esquinas, sobre los que se alzan garitas cilíndricas en una disposición muy curiosa y rara.

Tiene una bella puerta blasonada bajo alfiz, por la que se llega al patio central, que es un bello ejemplar del primer Renacimiento.

La construcción del conjunto fue realizada en varias etapas durante el siglo XV y los primeros años del XVI.

Castillo de Manzanares el Real

Cerca de Madrid, y también de la presa de Santillana, surge el castillo de Manzanares el Real que perteneció a la familia de los Mendoza.

Don Diego Hurtado de Mendoza, el primer duque del Infantado, cita en su testamento, del año 1475, el castillo que «yo fago», que es éste de estamos tratando.

Es de recia planta cuadrada, con torres cilíndricas en los ángulos que lo flanquean y poligonal torre del homenaje.

Está rodeado de muralla y tuvo foso.

Como característica arquitectónica especial hay que destacar la galería construida sobre el adarve del frente sur, que se viene atribuyendo sin prueba alguna al gran arquitecto Juan Guas, uno de los artífices de la época de los Reyes Católicos.

Castillo de San Martín de Valdeiglesias

Se cree que origen de castillo fue una fortaleza fundada por príncipe tradicionalmente se llama castillo «la Coracera».

Las estribacio nes de sierra Gredos, muy próximo a una antigua bablemente dependió, que aparece en poder condestable Alvaro Luna, quien celebraba cacerías de osos honor del Juan II.

El rectangular con torreones flanqueo una gran torre Homenaje, tiene adosados otros torreones su cara exterior.

Castillo de Villaviciosa de Odón

El antiguo castillo de los condes de Chinchón que hubo en este lugar fue incendiado por los comuneros en 1521. Este hecho determinó la construcción de un castillo de nueva planta según planos encargados hacia 1580 al famosísimo arquitecto Juan de Herrera, quien se acomodó a las trazas de un castillo medieval-planta cuadrada y torres en las esquinas.

Impresiona la sobriedad de su masa arquitectónica, así como la serena belleza de su patio.

La construcción se conserva completa, pero ha desaparecido la elegante decoración de sus fastuosos interiores. Al castillo de Villaviciosa de Odón se retiró el rey Fernando VI a la muerte de su esposa y allí murió el monarca en 1759.

También en este castillo estuvo preso en 1808 Manuel Godoy antes de salir para su destierro de finitivo.

Alcazaba de Málaga

La alcazaba de Málaga, cuyo origen se remonta a tiempos antiquísimos, fue reedificada por el rey Badis de Granada a mediados del siglo XI; más adelante, a principios del XIV, los sultanes nazaríes la rehicieron.

Está situada en lo alto de un cerro de pizarra que se eleva al este de la ciudad y consta de dos recintos reforzados por torres.

La puerta del recinto exterior podía alcanzarse desde dentro de la ciudad y habían de atravesarse para ello seis puertas por lo menos.

El recinto interior es alargada, y en su extremo oriental se eleva, truncada, la torre del homenaje, de la cual parte un camino subterráneo que llegaba a la puerta lla mada de Granada. En este recinto interior se alzaba un palacio formado por la yuxtaposición de tres patios rectangulares, con pórticos al norte y al sur y albercas en el centro.

En la alcazaba de Málaga moraron, después de la reconquista de la ciudad, los Reyes Católicos y, en 1624, Felipe IV.

Castillo de Caravaca de la Cruz

Fueron los emires independientes de Murcia quienes construyeron esta típica alcazaba musulmana.

En lo alto del cerro que domina la población, muestra sus extensos muros flanqueados por torres cuadradas y torres de paramento curvo, alternadas con cubos más pequeños que no sobrepasan la altura del adarve.

En un ángulo destaca la torre del homenaje, cuadrada y más gruesa que las otras.

La fortaleza pasó a manos de la orden del Temple por disposición de Fernando el Santo, en 1241.

En el siglo XIV, tras la disolución de los templarios, se entregó a la orden de Santiago.

Ya en tiempos modernos, el recinto sirvió para albergar el bello y pintoresco santuario barroco levantado en 1617, donde se guarda la preciosa y venerada reliquia de la Cruz de Caravaca.

Castillo de Javier

Los restos del castillo de Javier en Navarra, junto al río Aragón y cerca de Sangüesa, fueron restaurados a finales del siglo XIX y otra vez en 1901, año en que se le añadió la basílica, hecho que si bien aumentó el prestigio de la cuna de san Francisco Javier y actual residencia de padres jesuitas, contribuyó en gran medida a disminuir el carácter militar de la construcción.

Es dificil, por tanto, saber cómo era la fortificación primitira.

En los siglos XV y XVI constaba de una enorme torre del Homenaje, de planta poligonal, y murallas no muy elevadas y macizas que rodeaban la residencia señorial, poligonal y de cinco pisos, adornada con guerreras almenas, y el patio de armas. Más adelante se amplió con la construcción de torres separadas que se unieron al núcleo central por lienzos de murallas.

Castillo de Olite

Los viajeros del siglo XV se asombran ante un palacio «con tantas habitaciones doradas», como dice uno de ellos al referirse al castillo de Olite. En aquella época era la mansión favorita de los reyes de Navarra.

Sobre un castillo anterior se levantó éste, en terreno llano, junto al pueblo, por obra de Carlos II el Malo y sobre todo de Carlos III el Noble.

En su recinto tuvieron lugar los más trascendentales acontecimientos históricos en tiempo de esos reyes y en los de dona Blanca, Juan II de Navarra y Aragón, y el desgraciado príncipe de Viana.

Su construcción es original, absolutamente única. Tiene un extenso trazado, muy alargado e irregular, sin duda por capricho, ya que el terreno no lo condicionaba.

Estuvo guarnecido por dieciséis torres. todas distintas en su planta y en su alzado, distinguidas por sus nombres: torres de los Cuatro Vientos, del Vigía, de la Cigüeña, de las Tres Coronas, de la Joyosa Guarda, etc.

Sus salones estaban decorados fastuosamente con yeserias y artesonados mudéjares tenía caladas galerías góticas como el Mirador de la Reina, que aún subsiste; había en su interior fosos con fieras, pajareras y jardines sobre las terrazas. Era, en definitiva, un palacio fantástico y placentero, de un refinamiento sin igual.

Toda esta maravilla sucumbió por un primer incendio en 1794 y luego por el que provocó el general Mina en 1813 para evitar que lo utilizaran las tropas francesas. Ardieron las techumbres de madera, quedó destruida toda la ornamentación, pero aguantaron en pie los recios muros.

Castillo de Artajona

Con el nombre de Cerco se conoce el recinto amurallado de la villa de Artajona, importante conjunto en el que se incluían castillo, iglesia, muros y doce torres del recinto exterior, muchas de las cuales permanecen en pie.

En posición dominante, sobre una suave colina, era una plaza fuerte muy codiciada ya desde el siglo XII.

Fue escenario de importantes hechos durante las discordias del reino en el siglo XV, siendo conquistada por el belicoso Conde de Lerín. Pacificadas aquellas tierras, pasó a ser regida por la Comunidad de la Villa, pero todavía en 1521 se nombraba alcaide para la fortaleza, lo que demuestra que no había perdido su valor militar.

Castillo de Monterrey

A fines del siglo XV, los condes de Monterrey mandaron construir un castillo-palacio en la lo calidad de Verín (Orense), sobre un promontorio rocoso y amurallado.

De la construcción primitiva se conservan:

• La corpulenta torre del Homenaje, de planta cuadrada y coronada de matacanes.
• Una puerta gótica surmontada de blasones labrados en piedra.
• La torre llamada de las Damas.
• Una capilla de tipo románico.
• Un espléndido patio de armas.
• Otros restos arquitectónicos.

En época posterior fue construida la hermosa galería de arcos que embellece una de sus fachadas.

A principios del siglo XVI, el castillo fue entregado al gobernador de Galicia en nombre del rey, tras haberse realizado una importante restauración que le dio el agradable y airoso aspecto que aún conserva.

Es el castillo más notorio de toda la provincia, el único que ha sido declarado monumento nacional. Actualmente está habilitado como parador nacional de turismo.

Castillo de Ampudia

El castillo de Ampudia en Palencia fue construido en el siglo XV sobre las ruinas de un lujoso alcázar que se había levantado en el mismo sitio doscientos años antes. Se trata de un castillo gótico, de proporciones equilibradas, rodeado por una muralla semiderruida.

La construcción, de sólida sillería, es de planta cuadrada y está flanqueada por torres angulares también cuadradas y cubiertas de almenas.

Por sus proporciones sobresale la torre del Homenaje, que constituye uno de los mejores puestos de observación de la Tierra de Campos.

La puerta central está coronada por altos matacanes cilíndricos de elegante relieve.

En el interior del castillo hay un patio rodeado de columnas y salones altos muy grandes, con artesonado de madera.

A principios del siglo XVI los comuneros de Castilla tomaron el castillo y se fortificaron en él, suplantando la bandera del señor territorial, pero al poco tiempo fueron derrotados y expulsados.

Castillo de Belmonte de Campos

El castillo de Belmonte de Campos en Palencia fue construido a finales del siglo XV y nunca ha sufrido sustanciales modificaciones.

Fue empezado en estilo gótico y completado según los gustos renacentistas.

Como fortaleza es uno de los eslabones de la larga cadena de castillos de que dispuso la organización militar de la reconquista castellana.

Por las ruinas que quedan sabemos que su planta fue irregular.

En los subterráneos del castillo estaban las prisiones, construidas con gruesa piedra de sillería. Sobre éstas se levantaban dos recintos, cada uno de los cuales tenía tres pisos superpuestos.

Actualmente todo está en ruinas a excepción de la gran torre del Homenaje, de veinte metros de altura. Esta es de planta cuadrada y está coronada de esbeltas almenas y altos baluartes angulares a modo de «colosales hacheros en espera de gigantescas antorchas triunfales», según expresión de un autor.

En sus gruesos muros se abren un ventanal, algunas aspilleras y un balcón renacentista del siglo XVI de estilo plateresco.

Castillo de Monte Real en Bayona

Las fortificaciones de Bayona fueron de las mayores de España y, sin duda, de Galicia.

El castillo, llamado de Monte Real y hoy Parador Nacional de Turismo Conde de Gondomar, es de construcción complicada, con murallas, fosos y torres, y pertenece a las épocas gótica y renacentista.

El escudo de los reyes de la Casa de Austria se repite en varios lugares.

Entre sus torres destaca una, denominada del Príncipe, en la cual, según la leyenda, habría permanecido encerrado hasta su muerte un hermano de Felipe II.

Castillo del Buen Amor en Villanueva del Cañedo

En término municipal Topas, lindando con la provincia de Zamora, surge este gran castillo palacio, cuya se debe arzobispo Sevilla don Alonso de Fonseca.

Perteneció también a la casa de Alba y a la Orden de Santiago.

El castillo es muy grande, de planta cuadrada, con torres también cuadradas en las esquinas, destacando la del ángulo nordeste, que es del Homenaje, por sus dimensiones.

Tuvo en su interior una rica decoración mudéjar, con suntuosos artesonados que en su mayoría fueron destruidos por un incendio en 1933.

Castillo de Monleón

La villa de Monleón, situada a unos 50 kilómetros de Salamanca y cerca de la frontera con Portugal, conserva los restos de un fuerte castillo, rodeado por dos ríos que le servían de foso natural.

Lo que mejor ha resistido los embates del tiempo es una hermosa y robusta torre de 37 metros de altura.

Ante sus muros hubo acciones bélicas en la proclamación de Isabel como reina de Castilla.

Castillo de San Felices de los Gallegos

Existen castillos en España que al estar en la frontera de países han sido construidos por otros países.

El castillo de San Felices de los Gallegos en Salamanca lo construyó, a finales del siglo XIII, el rey Dionís de Portugal, que se apoderó de la villa en el año 1296.

Consta de una amplia plaza de armas flanqueada por fuertes torres cuadradas.

El conjunto está rodeado por murallas de gran solidez.

Presenta la característica de que la torre del Homenaje, provista de matacán y de atalayas, se construyó como residencia palaciega.

Para evitar el aislamiento defensivo de la torre del Homensaje se unió al primer cuerpo de defensa, del resto de la edificación, pues estaba unida a ella mediante dos puentes levadizos.

Castillo de Ciudad Rodrigo

El castillo de Ciudad Rodrigo en Salamanca, situado en la cima de un cerro desde donde se domina toda la ciudad, era una fortaleza señorial de Enrique II de Trastámara.

El cuerpo principal del castillo es un torreón cuadrado sobre el que hay otro menor superpuesto, ambos coronados de almenas y defendidos a la entrada por altas barbacanas y malacanes salientes.

Sobre el dintel de la puerta mayor, de forma ojival, hay un relieve del escudo real.

Durante la Edad Media fue escenario de numerosas luchas entre Castilla y León, acabando casi del todo asolado.

Reedificado por Enrique II y convertido en su castillo señorial, volvió a ser atacado y seriamente dañado durante las guerras de Sucesión y de la Independencia española.

Castillo de Castilnovo

Existe la leyenda de que el castillo habría sido construido por un rey moro de Sepúlveda en el año 755.

Pero es más correcto pensar que Castilnovo en Segovia es una construcción mudéjar, levantada en el siglo XIV.

Su traza es singular y difiere notablemente de la arquitectura usual en la región.

Tiene planta trapezoidal, y se guarnece un frente con tres torres circulares, y el opuesto con torres cuadradas.

Los muros son de mampostería con cintas de ladrillo.

Al contrario que la mayoría de castillos de España, este castillo ha estado habitado siempre y por eso ha llegado en buen estado hasta nuestros días.

Entre sus sucesivos poseedores hay que mencionar a don Alvaro de Luna, al marqués de Villena, a Enrique IV, a los Reyes Católicos, a los duques de Frías e incluso a los principes de Hohenzollern.

Los principes de Hohenzollern lo cedieron en el siglo XIX a don José Galofre, secretario de Isabel II y artista, quien acondicionó el castillo y su parque.

En la actualidad es de los marqueses de Quintanar, que mantienen dignamente el rango de la señorial mansión.

Castillo de Coca

Situado en la provincia de Segovia, fue construido por el arzobispo Alonso de Fonseca, en la confluencia de los ríos Eresma y Voltoya, a principios del XV, aunque se trabajó en él durante todo el siglo.

Es el ejemplar más perfecto de la arquitectura militar mudéjar.

El núcleo central, rectangular y distribuido alrededor del patio de armas, presenta la almenada torre del homenaje.

El recinto exterior está rodeado por un profundo foso, y en sus extremos se yerguen cuatro torres hexagonales que ostentan garitas.

El castillo es de ladrillo y en las zonas superiores de murallas, torreones y garitas se ha conseguido imprimir una sorprendente ilusión de movimiento al decorarlas con estrías verticales.

Era tanto el fausto y riqueza de sus poseedores, que se cuenta que en un banquete dado Alonso de Fonseca, hizo sacar bandejas llenas de joyas para que por las damas eligieran las que quisieran.

En este castillo estuvo preso don Gaspar Alonso Pérez de Guzmán, duque de Medinasidonia, en 1645, tras su fracasado intento de proclamarse rey de Andalucía.

Castillo de Cuéllar

El castillo de Cuéllar en Segovia construido por don Beltrán de la Cuera.

La fortaleza se levanta alto de un cerro y está rodeada de un foso amurallado que defiende por todas partes, menos por el lado villa.

Es de estilo mudéjares, pero las sucesivas reconstrucciones le han dado aire renacentista.

Consta de claustro con columnas y una doble arcos rebajados siglo la y vigas talladas. techumbres, artesonados estuco.

A la muerte Enrique IV, los partidarios la Beltraneja se agruparon este castillo.

Castillo de Pedraza

Seguramente este emplazamiento fue  reconstruido por cristianos, pues se aprecian elementos atribuibles al siglo XII.

Los duques de Frías, quienes debieron llevar cabo reconstrucción sobre 1430 cuyo escudo campea sobre principal.

En 1529 sirvió prisión los del rey Francia Francisco.

Castillo de planta poligonal, gran torre cuadrada, cubos cilíndricos puerta ojival protegida por garitones.

Alcázar de Segovia

El alcázar de Segovia es seguramente uno de los castillos en España más bonitos.

Está emplazado en un espolón que presenta espléndidas condiciones para su defensa, acariciado por las aguas del Eresma y del Clamores.

Es el elemento más sobresaliente del paisaje segoviano, hasta el punto de constituir la silueta característica de la ciudad.

Sus origenes son finales del siglo XI. A partir entonces ha ido experimentando modificaciones que le prestan su aspecto actual.

Sus construcciones, adaptadas al espolón, están formadas por edificaciones de planta en general alargada, que dejan espacio para dos patios, uno detrás de la torre de Juan II y otro antes de la del Homenaje.

La torre de Juan II, acabada después de su reinado, está sobre la puerta de entrada. Es de planta rectangular, con garitas salientes y un bellisimo adarre flanqueado de castilletes.

En el otro extremo del conjunto de edificaciones se eleva la torre del Homenaje. Es también cuadrilonga, flanqueada por cuatro cubos redondas en los ángulos y por otro que resalta de la torre en forma de semicirculo.

Las salas interiores se caracterizaban por su rica ornamentación. Destruidas en un incendio ocurrido a mediados del siglo XIX, se han reconstruido, algunas de ellas excesivamente.

Este alcázar ha cobijado a casi todos los reyes de Castilla.

Los hechos más sobresalientes que ha presenciado han sido:

• La estancia de Isabel I de Castilla en el momento de su proclamación.
• Las bodas de Felipe II con Ana de Austria.
• Las fiestas que dio en él Felipe III.

Como prisión del Estado, guardó entre sus muros al marqués de Ayamonte, el duque de Medinaceli, el barón de Riperda, etc.

Carlos III lo destinó a Academia de Artillería, y en 1890 se instala en él el Archivo General de Guerra.

Castillo de Turégano

El castillo de Turégano en Segovia se construyó en una pequeña eminencia que domina la villa del mismo nombre.

Es de planta rectangular y en otros tiempos poseyó dos circuitos de murallas, el primero de los cuales casi ha desaparecido.

Las segundas murallas poseen cubos en los ángulos y tanto las murallas como las torres están proristas de almenas.

Durante el episcopado de Juan Arias Dárila (1474) para ampliar la capilla, con lo cual la totalidad del castillo se transformó en iglesia.

Una airosa espadaña contribuye a dar a esta fortaleza-iglesia su fisonomía actual.

La tradición le atribuye un origen prerrománico.

Fernán González arrebató la villa a los moros y ordenó a su hijo que reedificara el castillo, el cual, por otra parte, presenció las disputas conyugales de Alfonso I el Batallador y dona Urraca, quien donó la villa y la fortaleza al obispado de Segoria.

Juan II se reconcilió con Alvaro de Luna y allí se hospedó Fernando el Católico hasta que pudo entrar en Segovia a coronarse.

En uno de sus calabozos esturo preso durante años Antonio Pérez, el secretario de Felipe II.

Castillo de Constantina

El Castillo de Constantina se ubica en lo alto de un cerro sobre los restos de un castrum romano anterior.

El edificio actual data de época árabe y se utilizaron para su construcción materiales pobres como la argamasa de arcilla y piedra.

En 1247 fue conquistado por Fernando III y jugó un papel muy importante en las guerras entre las casas nobles dominantes en Sevilla, hasta que en el año 1478 el castillo fue recuperado por Isabel la Católica.

A partir de entonces Constantina tuvo gran protagonismo en cierto modo de las actividades comerciales con América.

En el llegaron a pernoctar los Reyes católicos.

De esta fortaleza se mantiene la mayor parte del recinto poligonal. Se conserva en muy buen estado el aljibe que aseguraba el suministro de agua.

En 1810, fue utilizado como punto fortificado durante el periodo de la invasión francesa a la localidad.

Alcázar de Sevilla

El Alcázar de Serilla ha sido construido en épocas sucesivas desde la reconquista de Sevilla hasta los tiempos más recientes.

Sobre las ruinas del alcázar viejo, que había sido residencia de taifas y almohades, Pedro el Cruel mandó edificar lo más característico de esta mansión.

El recinto que ocupa el actual alcázar es de una extensión enorme, habiendo sido objeto de continuas restauraciones, más o menos acertadas, hasta el reinado de Isabel II.

Por la puerta del León, obra del siglo XII, se pasa a los patios y aposentos interiores, muy numerosos y amplios.

Cabe destacar de este magnífico castillo en España:

• El patio del Yeso, único resto visible del antiguo alcázar almohade, con los típicos arcos de herradura y las columnas califales
• El palacio del rey Don Pedro el Cruel, cuya portada es la obra capital del arte mudéjar en España.
• El patio de Carlos V y el de las Dancellas, joya arquitectónica del siglo XVI.

El Alcázar de Sevilla es, sin duda, el conjunto arquitectónico que mejor ilustra la influencia artística e intelectual del mundo árabe sobre el cristiano.

Castillo de Berlanga de Duero

El castillo de Berlanga de Duero en Soria consta de un extensísimo primer recinto, limitado por elevadas y almenadas murallas flanqueadas por cubos semicirculares.

En un extremo de este amplio recinto se alza el castillo propiamente dicho, de planta rectangular irregular con extra ordinariamente robustos cubos en los ángulos, algo achaparrados.

En el lienzo de poniente se alza la torre del Homenaje, prorista de dos cubos a toda altura en el lado sur y varios garitones con saeteras en la parte superior.

El lugar debió de estar fortificado desde la prehistoria y sería aprovechado por los árabes.

También se atribuye su fundación a Alfonso I de Aragón.

En la guerra de la Independencia sufrió asaltos de los guerrilleros españoles y de las tropas francesas.

Castillo de Gormaz

El castillo de Gormaz en Soria ocupa la cumbre de una colina de escasa altura a cuya falda pasa el rio Duero.

Debido a su gran antigüedad, actualmente está casi todo en ruinas.

En su murado hay abundantes huellas milenarias, algunas hasta del tiempo de los romanos.

Las primeras noticias que tenemos del castillo son del siglo X, cuando los árabes fortificaron la frontera para rechazar los ataques de los reinos cristianos ubicados en el Norte.

A mediados del siglo X, el castillo tenía ya su planta actual. Fue en el siglo XI cuando los cristianos lo conquistaron y expulsaron a los árabes hacia el sur de la península.

Tras la Reconquista, Alfonso VI hizo entrega de la fortaleza a El Cid, que fue su alcaide.

Es de planta alargada y muy irregular, ya que se adapta completamente al terreno abrupto sobre el que está edificado. El recinto murado es de dimensiones colosales. La mayor anchura es de 52 metros y los dos puntos más distantes están a 380 metros.

La muralla es de sillería irregular y tiene tres o cuatro metros de espesor y unos diez de altura. A cortos trechos está reforzada por cubos cuadrados, de mayor espesor y altura que los lienzos. En el lado SO se abre una puerta monumental árabe en arco de herradura.

En el interior hay restos de almacenes, aljibes y viviendas de la fortificación.

Castillo de Monteagudo de las Vicarias

El castillo de Monteagudo de las Vicarias en Soria está situado en la parte sudeste de la antigua villa fronteriza entre los vecinos y enemigos reinos de Aragón y Castilla.

El castillo es sólo una parte de las antiguas fortificaciones y murallas de la villa, de las que aún quedan algunos restos. Se alza frente a las comarcas aragonesas como baluarte de defensa.

Se trata de una inmensa fortaleza del siglo XV de estilo gótico-renacentista con macizas torres octogonales en sus ángulos. Dos de ellas son más grandes y altas que el resto y dominan la co marca.

La fachada ha sufrido importantes alteraciones desde su construcción.

En el interior del recinto murado se conservan aún dos galerías del siglo XVI en muy mal estado, y algunas estancias adornadas con yeserías de grutescos en torno a un bello patio renacentista. El resto está casi del todo arruinado.

La monotonia exterior de los lienzos queda rota por algunas aspilleras y ventanas.

Castillo de Miravet

Fue Miravet, a orilla del Ebro, una de las últimas fortalezas árabes que resistieron en la Baja Cataluña. La conquistó en 1153 Ramón Berenguer IV, quien inmediatamente la cedió a los Templarios, y fue una de sus más ricas encomiendas y también una de las últimas en ceder a la disolución de la Orden. Pasó a la de los Hospitalarios de San Juan.

Es un amplísimo castillo de tres recintos, con altos muros y torres cuadradas, que mantiene a través de sus reconstrucciones el aspecto externo de las zudas musulmanas.

Su situación dominante y su poderosa fábrica lo hicieron escenario de luchas durante muchos siglos: en la sublevación de Cataluña contra Felipe IV, en la guerra de Sucesión, en las guerras carlistas e incluso en la batalla del Ebro de 1938.

Castillo de Tamarit

El reconstruido castillo de Tamarit de Tarragona se edificó sobre unas rocas inmediatas al mar, casi en la playa.

Existen bastantes castillos de España construidos practicamente en el mar que tiene una magia especial, como el de Peñíscola que sirvió como escenario en la película del Cid.

Sirvió de fortaleza tanto en la época de la Reconquista como después para defender la costa contra las acciones de los piratas argelinos.

Una de las edificaciones más notables que se conservan en el recinto del castillo es la iglesia, ejemplar notable del románico catalán, de tres naves y ábside en la central, cuyos arcos de separación nacen directamente del suelo.

Castillo de Malpica

En la provincia de Toledo y en la margen izquierda del río Tajo se levanta el antiguo castillo de Malpica, que modernamente ha sido convertido en palacio señorial.

La edificación es de planta rectangular y en sus cuatro esquinas hay sendas torres cuadradas.

La torre del Homenaje, también cuadrada y mayor que las restantes, se levanta en medio de la muralla de la parte sur.

Tanto las torres como los lienzos y el cerco exterior de murallas están coronados de almenas.

Rompen las paredes del edificio algunos ventanales de estilo morisco, unos sencillos y otros ajimezados, es decir, de doble arco.

En su exterior este castillo está muy bien conservado.

El interior está rehecho adaptándose a las exigencias de la vida moderna, pero se han conservado algunos preciosos arabescos, recuerdo del tiempo en que esta edificación no era un palacio señorial como ahora, sino una fortaleza inexpugnable.

Castillo de la Consuegra

Fortaleza muy antigua, pues protege el lugar que se llamó Consubrum, de probable origen celtibérico.

Adquiere singular relieve en las primeras etapas de la reconquista de Castilla la Nueva.

En 1090 la cedió Motamid de Sevilla a Alfonso VI, para sucumbir luego ante los almorávides y ser definitivamente recuperada a mediados del siglo XII.

Alfonso VII la entregó a la Orden de San Juan de Jerusalén, que allí estableció su priorato.

Serían los caballeros hospitalarios quienes construyeran el castillo actual entre los siglos XII y XIII, lo cual explica su original arquitectura de tipo «europeo».

Dentro de un amplio recinto exterior muy alargado, el núcleo principal está formado por una poderosa torre cuadrangular en tres de cuyas caras se adosan otros tantos cubos de paramento redondeado.

En su maltrecho interior conserva estancias abovedadas en medio cañón y también alguna con crucería de época avanzada.

Castillo de San Servando

El lugar donde asienta el castillo de San Servando, en Toledo, fue en principio una basílica visigoda, la cual quedó destruida en la época inmediatamente anterior a la conquista de la ciudad por Alfonso VI.

Fue Alfonso VI quine construyó allí un convento en recuerdo de la victoria lograda y sufragio de los soldados muertos en la empresa.

Se añadieron al convento torres, muros y un profundo foso.

Destruido en una algarada almorávide, aunque el propio papa Pascual II recomendó su restauración, los monjes turieron miedo de estar en lugar tan expuesto y lo abandonaron.

Alfonso VIII lo entregó a los templarios, quienes lo poseyeron hasta la disolución de su Orden, a principios del siglo XIV.

En 1380 el arzobispo Tenorio construyó el castillo actual, que incorpora restos de antiguas edificaciones.

Tiene planta casi triangular y los lienzos de muralla se apoyan en cubos semicirculares.

Presenta barbacanas salientes y las puertas ostentan arcos de herradura.

Castillo de Guadamur

El castillo de Guadamur en Toledo lo construyó Pedro López de Ayala. En la actualidad está muy reconstruido.

Al recinto exterior se penetra por una puerta flanqueada por pequeños cubos almenados. La puerta que da paso al interior del castillo propiamente dicho está blasonada con los escudos de los Ayala, Castañeda y Silva.

Lo más destacable es la torre del Homenaje, de planta cuadrada, cuya altura domina el edificio y está adornada en su parte superior por seis garitones, cuatro en los ángulos y dos intercalados.

Castillo de Oropesa

No existen noticias seguras acerca del castillo de Oropesa durante las primeras fases de la Reconquista, las que tuvo desempeñar un papel destacado sobre línea del Tajo.

Sin duda, algunos muros corresponden a ese castillo primitivo, anterior año 1366, en que Pedro Cruel dio la fortaleza a Alvarez de Toledo.

A partir esa fecha hacen obras y ampliaciones, entre ellas la en gallarda torre principal, coronada por matacanes corridos y garitones en esquinas.

El conjunto del castillo es cuadrilátero con torres salientes en los ángulos, ellas de curro una cuadrada mucho mayor.

El interior forma una gran plaza armas.

Otra plaza se abre entre el castillo y el palacio, que se levantó por siglo XVII.

Galerías y soportales animan este conjunto de arquitectura castellana.

Castillo de Escalona

Sobre la empinada ribera del Alberche se alza el castillo de Escalona, uno de los más grandes y famosos de  los castillos de España.

Los edificios que lo componen son obra de varias épocas y de técnicas diversas, empleándose en sus muros la sillería, la mampostería y el ladrillo, según las diversas etapas de construcción.

La primitiva fortaleza árabe fue conquistada por Alfonso VI en 1083 y después sufrió numerosas vicisitudes históricas.

Tras haber pertenecido al infante don Manuel, hermano de Alfonso X, y a sus sucesores, Juan II in corporó el castillo a la Corona para cederlo luego, por permuta, al condestable don Alvaro de Luna.

Fue don Alvaro de Luna quien levantó las nobles estancias palaciegas, con rica decoración mudéjar, de las que quedan apreciables restos.

A la muerte de don Alvaro, volvió a manos del rey y luego perteneció sucesivamente al marqués de Villena y al duque de Arcos.

La ruina del monumento fue consumada por las tropas francesas del mariscal Soult. Pero todavía se aprecian la grandeza y el refinamiento de aquella insigne mansión.

Castillo de Alcañiz

Dos partes muy diferenciadas forman el soberbio conjunto monumental del que fue castillo de Alcañiz, hoy  convertido en espléndido Parador de Turismo:

• Una es el pétreo castillo medieval
• Ora el renacentista convento de ladrillo.

Bajo estas dos magnificas construcciones quedan los restos romanos y probablemente de una alcazaba musulmana.

En alta posición dominante sobre el río Guadalope, ha tenido siempre gran ralor estratégico.

Tras la reconquista por Alfonso el Batallador en 1119, quedó don Sancho Aznar al cuidado del castillo.

Jaime I reunió cortes en Alcañiz en 1238, antes de partir a la conquista de Valencia.

A esta campaña militar parecen aludir las notables pinturas murales en el interior de la torre del homenaje, donde se ren fortalezas, campamentos, tropas y máquinas de guerra.

Como otros castillos de España, el castillo de Alcañiz perteneció a la orden militar de Calatrava y por eso tiene carácter de convento.

De lo medieval queda la grandiosa y bella torre del homenaje, la iglesia y otras dependencias.

El convento es un enorme edificio rectangular, del más típico renacimiento aragonés, con la planta baja de piedra y los cuerpos altos de ladrillo, coronados por galería de arcos bajo el alero.

Un hermoso patio agrupa y armoniza tan diversas edificaciones.

Castillo de Benissanó

El castillo de Benissanó en Valencia fue construido en la segunda mitad del siglo XV sobre las ruinas de una fortaleza musulmana.

Está edificado en piedra de silleria y, por la belleza de su trazado, más parece estar hecho para celebrar fiestas que para resistir guerras.

Alrededor del castillo hay un recinto, rodeado de murallas, flanqueado por torres cuadradas o poligonales. Antiguamente esta muralla almenada rodeaba la población.

En el lienzo del lado este se abre la puerta principal, de medio punto, tras un foso rellenado y un puente leradizo hoy desaparecido.

La puerta de entrada al patio de armas, de forma cuadrangular, en el centro del cual hay una bella cisterna.

La fachada está adornada con rentanales góticos con parteluz y una alta galería.

El interior del castillo se conserva en lo sustancial como en el siglo XVI: bodegas y mazmorras en los sótanos, salones y alcobas con chimeneas góticas en los pisos altos, pavimentos esmaltados con dibujos arábigos, azulejos moriscos, etc.

Castillo de Cofrentes

Desde un extenso territorio se divisa el castillo de Cofrentes, alzado sobre un abrupto risco, junto a la confluencia de los ríos Júcar y Cabriel.

Adapta su configuración rectangular a la meseta de la peña en que está asentado.

En su actual estado de reconstrucción, se conserva gran parte de los muros, de los que sobresalen dos altas torres cuadradas y otras torres menores de planta circular del castillo original.

En su interior se aprecian restos de decoración gótica.

Reconstruido, como otros castillos de España, probablemente sobre una fortaleza árabe anterior, fue señorío de los barones de Cofrentes.

Castillo de Xativa

Otro de los castillos de España más bonitos que se puede visitar.

El castillo de Xativa es en realidad doble y cada uno de sus elementos recibe respectiramente el nombre de castillo Menor y castillo Mayor.

Están construidos en la cumbre del monte a los pies del cual se extiende la población. La entrada es única para ambos y situada a nivel inferior al de los castillos.

Su origen es romano, si bien el Menor se basa en construcciones anteriores, y sobre ellos actuó la poliorcética árabe y después recibieron la impronta gótica.

Se penetra en el recinto por la torre del Homenaje, que da paso al patio de armas, del cual parten los caminos hacia ambos castillos.

La construcción árabe es más patente en el castille Mayor, cuyo muro izquierdo está flanqueado por torreones cúbicos árabes que alternan con torres cuadradas cristianas.

Lo más notable de este castillo es la capilla gótica fundada por la esposa de Alfonso el Magnánimo y la célebre prisión.

La edificación, muy maltrecha, sufrió los rigores de Felipe V, que mandó destruir el castillo; los de un terremoto del año 1748 y los de los franceses en la guerra de la Independencia.

Entre los muros de su prisión permanecieron, además de otros muchos:

• Jaime IV de Mallorca:
• Jaime, conde de Urgell y pretendiente a la corona de Aragón
• Martia marqués de Oristán:
• Hugo Roger, conde de Pallars, enemigo de Juan II y de Fernando el Católico, que murió, como los dos anteriores, en ella
• Fernando, duque de Calabria, que fue virrey de Valencia y casó con la reina Germana de Foix.

Castillo de Iscar

El castillo de Iscar en Valladolid  es un gigantesco torreón hecho de grandes sillares, con el almenado destruido y rodeado de ruinosa muralla con torreones intercalados.

Edificado sobre un montecillo, la mole pétrea domina el pueblo del mismo nombre.

Su construcción es de estilo gótico y en su estado actual data del siglo XV, en que la antigua fortaleza fue restaurada según los gustos del feudalismo medieval.

La torre del Homenaje, núcleo de la obra, está rodeada en su parte superior por una batería de matacanes que sustentaron las almenas hoy desaparecidas.

Cuatro ángulos de la torre están rematados con torrecillas cilindricas y el quinto con un gran escudo de los antiguos dueños.

Castillo de Peñafiel

El castillo de Peñafiel en Valladolid, de planta alargada y estrecha, consta de dos recintos.

• El exterior, recio y liso, que quizá corresponda al siglo XI, presenta una sola puerta, defendida por dos cubos que son los únicos construidos en sus muros.
• El segundo, que mide unos 200 metros de longitud por unos 20 de anchura, será de finales del XIII o comienzos del XIV y está formado por una fortísima torre del Homenaje y cortinas de murallas que se apoyan en 30 torres redondas distanciadas de 10 a 15 metros entre sí.

Sus orígenes de este castillo en España se remontan a la primitiva Reconquista, cuando lo fundó un primo de Fernán González.

Por sus aposentos circularon figuras como las de Fernando I, el Cid, doña Urraca, Alfonso el Batallador; el infante Juan Manuel (que lo reconstruyó), Sancho IV, el infante Juan (cuyo hijo, Carlos de Viana, nació en él), Carlos V, etc.

Castillo de Portillo

El castillo de Portillo en Valladolid, construido en el siglo XV, es de planta cuadrada y doble recinto, como muchos castillos de España.

El exterior lo constituyen cubos semicirculares macizos unidos por murallas.

El interior presenta cubos en tres de los ángulos y en el cuarto una soberbia torre del Homenaje, de 25 me tros de altura.

En el interior hubo un patio de armas que estuvo rodeado de pórticos de arcos rebajados que sostenían las edificaciones dedicadas a viviendas.

Bajo tierra existen subterráneos que descienden a gran profundidad.

Fue este edificio prisión real. En él estuvieron presos el conde de Benavente, Suero de Quiñones y Enrique Enríquez, Juan II de Castilla y el condestable Álvaro de Luna.

Castillo de Simancas

El castillo de Simancas, hoy Archivo Histórico Nacional, consta de un primer recinto exterior que presenta base de pentágono irregular, constituido por elevada muralla reforzada por cubos redondos a los que protegia un foso profundo.

Tiene dos puertas defendidas por cubos, cuyos puentes leradizos se han sustituido por otros de piedra.

El edificio interior ha experimentado sucesivas reconstrucciones y modificaciones para adaptarlo a las necesidades de archivo, efectuadas en tiempos de Felipe II por los arquitectos Ilerrera y Mora, quienes disminuyeron mucho su aspecto guerrero.

Entre los personajes que estuvieron presos entre sus muros destacan Juan II, Álvaro de Luna y Antonio de Acuña, obispo de Zamora y capitán de comuneros, que aquí fue ejecutado.

Castillo de Torrelobatón

El castillo de Torrelobatón en Valladolid tiene trágica historia por haber participado de manera activa en la guerra de las Comunidades.

Perteneció a la familia de los Henriquez, almirantes de Castilla, y se construyó en una pequeña eminencia del terreno.

Su planta es cuadrada, con cubos circulares en tres de sus ángulos, mientras que en el cuarto se eleva una robustísima torre del Homenaje, que tiene como adorno 8 cubos volantes, 4 angulares y 4 entre los anteriores.

Tuvo tres pisos y se entraba en ella por un puente oscilante. S

e conserva la galería subterránea de escape.

Se considera que se construyó en el siglo XIII y presenta la característica de carecer de almenas.

En la guerra de las Comunidades, tras la pérdida de Tordesillas los comuneros se lanzaron a la conquista de este castillo, cuya rendición lograron al cabo de ocho días.

En él establecieron su cuartel general y de él partieron las tropas que, el 23 de abril de 1521, serían derrotadas en los campos de Villalar.

Castillo de Arteaga

En su traza primitiva, el castillo de Arteaga debía responder al esquema tan típico en el País Vasco de una gran torre residencial dentro de un recinto amurallado de planta cuadrada con torreones cilíndricos en las esquinas.

Esta es también su estructura actual, en líneas generales, pudiendo apreciarse todavía la piedra antigua en las hiladas más bajas del muro exterior.

Pero el castillo de Arteaga fue totalmente rehecho en el siglo XIX, sin tener para nada en cuenta su carácter original.

Por su entronque con la familia Arteaga, heredó este castillo Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia, casada con Napoleón III.

Eugenia de Montijo deseando reanimar esta mansión de sus antepasados, envió arquitectos y jardineros franceses.

Nada queda del parque que trazaron los franceses, pero sí se mantiene en buen estado el castillo, que reconstruyeron a la manera de un gran «donjon» francés, inspirado en las teorías de Viollet-le-Duc.

Este castillo hay que considerarlo únicamente como una interpretación romántica de la arquitectura medieval.

Castillo de Butrón

El castillo de Butrón, cuya construcción original se sitúa en el siglo XI, perteneció al linaje del mismo nombre.

En la Edad Media, los poderosos señores de Butrón eran onacinos y mantuvieron sangrientas rivalidades con los Avendaño, alineados en el bando gamboíno.

Por los testimonios que nos han llegado y por los escasos restos primitivos que son visibles, el castillo de Butrón debía reducirse a un esquema frecuente en el País Vasco: una ancha torre cuadrada residencial dentro de un recinto amurallado de planta cuadrada también.

Pero en el siglo XIX fue objeto este monumento de una reconstrucción total por su propietario el marqués de Aguilar.

Hizo los planos el marqués de Cubas, magnífico arquitecto, quien se entregó con entusiasmo a un proyecto romántico e imaginativo, dando una interpretación personal y poética a los elementos de la fortificación medieval.

El resultado fue un conjunto pintoresco que hoy ya ofrece un gran interés, pues es muestra inmejorable del sentimiento ochocentista y de su apasionada visión histórica.

Estas restauraciones estan comunes en los castillos de España, copiando los palacios franceses.

Castillo de Benavente

Fue éste uno de los más insignes alcázares españoles. por su antigüedad, su historia y su magnificencia arquitectónica.

Ya existía cuando los romanos situaron en él una etapa de la Vía de la Plata.

Fue musulmán y cristiano con diversas alternativas. perteneció a distintos señores, albergó reuniones de Cortes. estuvo bajo el poder de los templarios, que llevaron a cabo su reconstrucción.

Pero la obra que ha llegado hasta nuestros días se debe a la familia Pimentel, duques de Benarente, en los siglos XV y XVI. Era un complejo e irregular conjunto de torres y salones decora dos con extraordinaria suntuosidad.

Sufrió graves daños en la guerra de la Independencia.

Castillo de Puebla de Sanabria

El castillo de Puebla de Sanabria en Zamora  está edificado en una posición dominante.

Consta de un recinto cuadrado cuyas murallas defienden cubos asimétricamente distribuidos; en el ángulo suroeste se eleva, en vez de cubo, una torre cuadrangular, que por dentro sirve de escalera, coronada en los ángulos superiores por garitones.

En el centro hay una gran torre, llamada El Macho, que está dividida en varios pisos y cuya escalera se incluye en un cubo adyacente.

Lo construyó en el siglo XV Rodrigo Alonso de Pimentel, cuarto conde de Benavente, y su escudo, junto al de su esposa María Pacheco, hija del marqués de Villena, campea sobre la puerta de en trada, adintelada y defendida por cubos.

Durante la guerra de la Independencia pasó varias veces de manos de unos combatientes a otros (franceses, españoles y portugueses) como muchos castillos de España.

Castillo de Illueca

El palacio castillo de Illueca en Zaragoza de estilo mudéjar fue construido en los siglos XIV y XV por la familia de las Lanas.

De la antigua edificación se conservan aún en la actualidad  el doble fuso, las murallas con torreones.

En el interior se encuentra una sala artesonado morisco y una chimenea yeseria también morisca; además, otras estancias con arlesonados de menor importancia y algunas puertas de gran calidad artística.

El renombre histórico de este castillo se debe a que en 1328 nació en él Pedro de Luna, que llegó a ser papa con el nombre de Benedicto XIII, el cual moriría en Peníscola (otro de los castillos de España más bonitos) conocido como el papa Luna, restos que su sobrina trasladó a este castillo.

Durante la invasión napoleónica fue profanada la tamba de Benedicto XIII y su cadáver arrojado al río.

Castillo de Mequinenza

Como algunos castillos de España, este fue reedificado sobre construcciones romanas, que luego utilizarían los moros y más tarde los cristianos.

Durante las campañas de Julio César por aquellas tierras, ya aparece Octogesa, la actual Mequinenza, como un lugar fuerte en lo alto de un monte que domina la confluencia de los ries Ebro y Segre.

Fue luego fortaleza de los árabes, a quienes la ganó Alfonso el Batallador mediante el transporte fluvial de suministros a las tropas que la sitiaban. Pero cayó de nuevo es poder de los sarracenos y volvió a ser reconquistada por Ramón Berenguer IV.

Después pasó a una rama de la casa de Montcada, la de los marqueses de Aitona, y por último a la casa de Medinaceli.

Revertió en tiempos modernos al Estado, sufrió el asalto de las tropas napoleónicasy fue cuartel con una reducida guarnición hasta bien entrado nuestro siglo.

Finalmente se hizo cargo del castillo la Empresa Nacional Hidroeléctrica Ribagorzana, constructora de un embalse en aquella zona del Ebro.

De todas estas etapas ha llegado hasta nosotros un gran castillo, cuya traza externa, cuadrangular con torres cuadradas salientes y no muy elevadas, es la de una zuda árabe.

Manteniendo esta planta, los Montcada lo reconstruyeron por completo, transformándolo en suntuoso palacio con patio central y gran escalera, cuyas cuatro crujías albergan salones y aposentos.

Castillo de Mesones de Isuela

El castillo-palacio de Mesones de Isuela en Zaragoza perteneció a la familia de los Lunas que dio hombres ilustres a la política y a la Iglesia.

Su construcción data de los siglos XIV y XV y es de estilo mudéjar, casi todo de piedra, menos algunas partes que son de ladrillo y yeso.

Es de planta rectangular alargada con cuatro torres en sus ángulos y dos en mitad de los lienzos mayores. Al exterior, estas torres aparecen redondas, pero la parte que da al interior del recinto presenta diversas formas poligonales.

Las escaleras de acceso a los torreones están construidas entre dos muros y cubiertas por pequeñas bóvedas o por arcos de medio punto.

Castillo de Moros

El castillo de Moros, al igual que la mayoría de castillos de España, se levanta sobre robusta peña.

Es de planta cuadrada con torre del homenaje en una esquina.

Se construyó con piedra de sillería y esto lo distingue en una comarca donde fue mucho más frecuente el uso del tapial y del adobe.

Castillo de Sádaba

El castillo de Sádaba en Zaragoza se levanta como un recuerdo de la antigua plaza militar colo cada estratégicamente entre Navarra y Aragón. Desde su cima se domina toda la gran llanura de las Cinco Villas.

El castillo fue levantado a principios del siglo XIII y es de planta cuadrada, con siete torres de la misma planta, bien haciendo los ángulos o intercaladas en los muros. En su forma exterior se halla muy bien conservado, pero el estado del interior es ruinoso.

Martin el Humano concedió a la villa y su castillo el privilegio de que nunca pudieran separarse de la corona de Aragón.