Hernán Cortés fue un conquistador español del siglo XVI que se convirtió en una figura clave en la conquista del Imperio Azteca en México.
Nacido en 1485 en Medellín, España, Cortés se embarcó en una carrera militar temprana y rápidamente se hizo un nombre en las guerras italianas y en la conquista de Cuba. Sin embargo, es su conquista de México lo que le ha asegurado un lugar en la historia.
Conquista del Imperio Azteca
En 1519, Cortés lideró una expedición hacia el continente americano con el objetivo de establecer una colonia. Desembarcó en lo que hoy es Veracruz, México, y estableció una ciudad llamada Villa Rica de la Vera Cruz. Allí, se enteró de la existencia del Imperio Azteca, gobernado por el emperador Moctezuma II. A pesar de las advertencias de otros españoles, Cortés decidió emprender la conquista del imperio.
Cortés y sus hombres marcharon hacia la capital del imperio, Tenochtitlán, donde fueron recibidos por Moctezuma. Los españoles fueron tratados con respeto y recibieron alojamiento y suministros del imperio. Sin embargo, pronto se produjo un conflicto entre los españoles y los aztecas. Los españoles querían oro y otros tesoros, y Moctezuma no estaba dispuesto a ceder.
Muerte de Moctezuma
En 1520, mientras Cortés estaba ausente, sus hombres masacraron a un grupo de aztecas durante una ceremonia religiosa. El pueblo azteca se rebeló y expulsó a los españoles de Tenochtitlán. Cortés regresó con un gran ejército y reconquistó la ciudad en 1521. Moctezuma murió durante la lucha, y Cortés colocó a un títere en el trono azteca.
Después de la conquista de Tenochtitlán, Cortés estableció la ciudad de México en su lugar. También emprendió expediciones para explorar el territorio circundante y descubrir nuevos recursos naturales. En 1524, fundó la ciudad de Cuernavaca, que se convirtió en un centro importante para la producción de azúcar.
A pesar de su éxito, Cortés no fue siempre bien visto por sus superiores en España. El rey Carlos I (también conocido como Carlos V) no aprobó todas las acciones de Cortés, especialmente sus intentos de establecer una dinastía en México. En 1528, Cortés fue destituido de su cargo como gobernador de Nueva España y tuvo que regresar a España para defenderse contra las acusaciones de sus enemigos.
Después de la victoria de La Noche Triste, Cortés se retiró con sus hombres a Tlaxcala para reorganizarse y recuperarse. Aprovechó este tiempo para reclutar más hombres y establecer alianzas con pueblos locales, muchos de los cuales estaban en contra del dominio azteca.
Cortés regresó a Tenochtitlan en 1521 con un gran ejército y comenzó el asedio de la ciudad. Los aztecas resistieron ferozmente, pero finalmente la ciudad cayó en manos de los españoles el 13 de agosto de ese año.
La conquista de Tenochtitlan fue un logro asombroso, ya que Cortés y sus hombres tuvieron que luchar no solo contra los aztecas, sino también contra enfermedades, falta de suministros y la hostilidad de muchos otros pueblos en la región.
¿Qué hizo Hernán Cortés para conquistar México?
Para conquistar México, Hernán Cortés empleó diversas tácticas políticas y militares, así como habilidades diplomáticas y astucia. A su llegada a México en 1519, Cortés estableció una alianza con los tlaxcaltecas, quienes eran enemigos de los mexicas (aztecas), para obtener apoyo en su campaña. Luego, avanzó hacia Tenochtitlán, la capital mexica, donde se encontró con el emperador Moctezuma.
Cortés utilizó la religión como herramienta para su estrategia de conquista, ya que los mexicas creían que Cortés era el dios Quetzalcóatl. Esto le permitió ingresar pacíficamente a Tenochtitlán y establecer una alianza con Moctezuma. Sin embargo, la situación cambió cuando Cortés dejó a su teniente Pedro de Alvarado a cargo de la ciudad y éste cometió una masacre en la celebración del ritual de Toxcatl, lo que generó un levantamiento popular contra los españoles.
Cortés se vio obligado a abandonar Tenochtitlán y luchar contra los mexicas. Durante la Noche Triste en junio de 1520, los españoles fueron derrotados y sufrieron grandes pérdidas. Sin embargo, Cortés se reorganizó y regresó a la ciudad en 1521, apoyado por sus aliados tlaxcaltecas y otros grupos indígenas que se habían unido a su causa.
Cortés lanzó un asedio prolongado a Tenochtitlán, que finalmente fue capturada y destruida en agosto de 1521. Con la caída de Tenochtitlán, los españoles consolidaron su dominio sobre la región, y Cortés se convirtió en gobernador de la Nueva España en nombre del rey de España.
Hernán Cortés, Gobernador de Nueva España
Después de la conquista de Tenochtitlan, Cortés se convirtió en gobernador de la Nueva España, un territorio que abarcaba gran parte de lo que hoy es México.
Durante su gobierno, Cortés estableció nuevas ciudades, construyó carreteras y puentes, y fomentó el comercio y la agricultura. También combatió la corrupción y el abuso de poder, y trabajó para mejorar la vida de los indígenas.
Regreso a España
Sin embargo, la carrera de Cortés también estuvo marcada por conflictos con otros líderes españoles. En 1528, fue llamado a España para responder a acusaciones de mal gobierno y trato cruel hacia los indígenas. Aunque fue absuelto de estas acusaciones, nunca volvió a tener la misma influencia en la Nueva España.
Cortés pasó el resto de su vida luchando por su legado y sus derechos, y murió en Castilleja de la Cuesta, cerca de Sevilla, en 1547.
En conclusión, la vida de Hernán Cortés fue una de aventura, audacia y conquista. Su capacidad para inspirar y liderar a sus hombres, su habilidad para hacer alianzas con los pueblos locales y su determinación para superar las adversidades lo convirtieron en uno de los conquistadores más exitosos de la historia. Al mismo tiempo, la brutalidad y la crueldad que mostró hacia los indígenas y sus conflictos con otros líderes españoles lo hicieron también uno de los personajes más controvertidos de su época.
