El almirante Blas.de Lezo y Olavarrieta es uno de los almirantes españoles más famosos de todos los tiempos.
Nacido en Pasajes en 1689, durante el reinado del último monarca Habsburgo en España, Carlos II, Lezo se alistó con gran entusiasmo en las fuerzas imperiales españolas.
Durante su carrera se distinguió con numerosas batallas victoriosas contra holandeses, ingleses, franceses y piratas, lo que le valió el apodo español de Patapalo. Se le conoce sobre todo por su notable defensa en la Batalla de Cartagena de Indias de 1741, en la que comandó las fuerzas navales españolas hacia una victoria decisiva sobre una flota de invasión británica al mando del almirante Edward Vernon.
La estrategia y el liderazgo de Lezo en Cartagena fueron tan eficaces que, años después, se han convertido en un caso de estudio sobre la guerra y las estrategias navales.
Aunque sin una pierna, sus hábiles maniobras y sus tácticas francas le convirtieron en una de las figuras militares más impresionantes de su época.
PRINCIPIOS DE SU CARRERA MILITAR
Lezo ingresó en la Armada española cuando sólo tenía 15 años.
En 1703 luchó en una campaña militar entre las flotas borbónica y anglo-holandesa en el Mediterráneo.
En 1704 fue nombrado alférez de navío y ascendió rápidamente, llegando a ser caballero y oficial superior.
Se distinguió en muchas batallas navales, entre ellas la Batalla de Málaga en 1705, la Batalla de Vigo en 1702 y la Batalla de Bizerta en 1707. En 1725, Lezo fue enviado al Virreinato español de Nueva Granada, que incluía la ciudad de Cartagena.
En 1739 fue nombrado Almirante y Comandante en Jefe de Cartagena de Indias.
LA BATALLA DE CARTAGENA DE INDIAS
En 1741, Lezo tuvo que defender la ciudad de Cartagena de Indias contra una gran flota británica al mando del almirante Edward Vernon.
Sabía que sus fuerzas estaban muy superadas en número, así que desarrolló una estrategia defensiva que más tarde fue estudiada y elogiada.
Optó por bloquear la bahía utilizando una línea de barcos españoles para impedir el acceso de los británicos y retrasar su entrada en el puerto.
Luego utilizó sus barcos más pequeños para hostigar a los buques británicos más grandes, y situó su infantería y cañones en terreno elevado para aprovechar la potencia de fuego de la armada.
La táctica de Lezo funcionó brillantemente: los británicos fueron incapaces de abrirse paso, y tuvieron que retirarse tras perder muchos de sus barcos.
Aunque fue herido varias veces, se negó a rendirse y siguió luchando hasta derrotar al enemigo.
Durante la Batalla de Cartagena, Blas de Lezo hundió o dañó gravemente a un total de 22 barcos británicos, lo que fue una de las victorias más impresionantes de la armada española en su historia. A pesar de que las fuerzas españolas eran significativamente inferiores en número, la estrategia y la valentía de Blas de Lezo y su tripulación les permitió defender la ciudad contra el ataque británico.
¿CÓMO PERDIÓ EL OJO BLAS DE LEZO?
Blas de Lezo, también conocido como «Patapalo» debido a su pierna de madera, perdió uno de sus ojos en la Batalla de Barcelona en 1714.
Durante la Guerra de Sucesión Española, Blas de Lezo, quien era un almirante español, lideró la defensa de Barcelona contra las fuerzas francesas.
Durante el asedio, una bala de cañón francesa alcanzó el barco en el que se encontraba Blas de Lezo y estalló cerca de su cabeza, causándole graves heridas.
Una de las esquirlas resultantes de la explosión le impactó en el ojo izquierdo, causándole una lesión irreversible que le hizo perder el ojo. A pesar de su discapacidad, Blas de Lezo continuó liderando la defensa de Barcelona y finalmente logró repeler a las fuerzas francesas.
EL LEGADO DE BLAS DE LEZO
Blas de Lezo es recordado como uno de los mejores comandantes y estrategas navales de España.
Era conocido por sus tácticas creativas, su valentía y su voluntad de arriesgar su propia vida para proteger la ciudad de Cartagena. Su heroica defensa de la ciudad sigue siendo famosa, y se celebra cada 7 de septiembre en una ceremonia especial.
La Armada Española sigue honrando la memoria del Almirante Blas de Lezo con varios buques de su flota, incluida la fragata F-103 «Blas de Lezo», que entró en servicio en 2004. Una estatua del Almirante se alza en el puerto de Cartagena, y hay monumentos en su honor por toda España.
Más de 200 años después de la Batalla de Cartagena, el legado del Almirante Lezo sigue vivo, como ejemplo de valor y determinación ante la adversidad.
